martes, 30 de julio de 2013

1155 - PAZ EN MEDIO ORIENTE II - ANTECEDENTES -


¿PERO ESTÁN LOS PALESTINOS REALMENTE INTERESADOS EN LA SOLUCIÓN DE DOS ESTADOS?

Por DAVID MANDEL (Abril 2013)

A Abba Eban (1915-2002), el elocuente Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, se le recuerda principalmente por su frase: "Los palestinos no pierden la oportunidad de perder la oportunidad.". Y en eso, hay que reconocer, los palestinos tienen la virtud de la consistencia.

En el año 1937 una comisión dirigida por Lord Peel propuso que la Cisjordania, desde el Mar Mediterráneo hasta el Río Jordán, se divida salomónicamente en dos Estados. El 25% del territorio sería para el Estado judío y el 75% para el Estado árabe (en esa época los árabes de Israel aún no se auto-identificaban como "palestinos", denominación que se refería únicamente a los judíos residentes en la Tierra de Israel). Los árabes rechazaron la propuesta.

Diez años más tarde las Naciones Unidas aprobaron un plan de partición, en el cual el Estado árabe recibiría 45% del territorio y el Estado Judío el 55% (60% del cual era el desierto Negev, no cultivable). Los árabes rechazaron la propuesta.

El 14 de mayo de 1948 el Estado judío declaró su independencia con el nombre de Israel. Los árabes rehusaron declarar la independencia de su Estado. El día siguiente, 15 de mayo, los ejércitos de cinco países árabes (Líbano, Siria, Irak, Transjordania y Egipto) invadieron con el declarado objeto de "echar a los judíos al mar". La noche anterior la fuerza aérea de Egipto bombardeó Tel Aviv.

Aunque los invasores contaban con artillería, tanques, carros armados, petróleo, gasolina y aviones, y los judíos, hombres, mujeres y niños, eran solamente 600,000 los ejércitos árabes fueron derrotados, y la Guerra de Independencia de Israel terminó con armisticios firmados en el año 1949. Gaza y la Cisjordania quedaron bajo control de los árabes. Durante los siguientes 18 años ningún árabe residente en la Cisjordania pidió que se les dé independencia y ningún gobierno árabe presentó propuesta al respecto. Al contrario, Transjordania anexó la Cisjordania y cambió su nombre a Jordania, dando ciudadanía jordana a todos los árabes residentes en el territorio anexado.

En julio del año 2,000, en la Conferencia de Camp David, el Primer Ministro Barak ofreció a Yasser Arafat que los palestinos crearan su Estado en el 95% de la Cisjordania y en Gaza. Arafat rechazó la propuesta, regresó a Gaza donde fue recibido como triunfador y dos meses más tarde inició la Guerra de Terror, donde murieron 1,100 israelíes y varios miles de palestinos.

En agosto del año 2005 el Primer Ministro Ariel Sharon retiró unilateralmente los miles de civiles israelíes que habían vivido en Gaza durante treinta años, esperando con esta acción dar oportunidad a los palestinos para que sentaran las bases de su Estado independiente. El resultado: en vez de dedicar sus energías a crear un Estado los palestinos utilizaron la retirada israelí para disparar miles de cohetes, durante los siguientes años, a las poblaciones civiles israelíes cercanas a las fronteras.

En el año 2008 el Primer Ministro Olmert ofreció a Mahmoud Abbas, Presidente de la Autoridad Palestina, entregar 100% de Gaza y 97% de la Cisjordania más tierras vecinas de Gaza para completar el 100%, y también dividir Jerusalén. Los palestinos no aceptaron la propuesta.

En el mes de noviembre de 2009 el Primer Ministro Netanyahu congeló unilateralmente durante diez meses las construcciones en la Cisjordania, condición que había sido exigida por los palestinos para reanudar las negociaciones de paz. Pero los palestinos no las reanudaron.

Volviendo a la pregunta del titular de este artículo, ¿Pero están los palestinos realmente interesados en la solución de dos Estados?

Si es que lo están lo disimulan muy bien.

FUENTE: Mi Enfoque #456, Abril 5, 2013, por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

Números anteriores se pueden leer en www.mandeldavid.com

1154 - LOS TEMAS PENDIENTES EN LAS CONVERSACIONES DE PAZ


LOS TEMAS PENDIENTES EN LAS CONVERSACIONES DE PAZ

Veinte años después de que se firmarán los Acuerdos de Oslo, ambas partes podrían volver a sentarse. Será la primera reunión desde septiembre de 2010.

LOS TEMAS PENDIENTES SON:

Creación de un Estado Palestino:

Los palestinos quieren proclamar un Estado en los territorios de Jerusalén Este, toda Cisjordania y la franja de Gaza.

Israel reclama la desmilitarización de ese Estado, el control de su espacio aéreo y de sus fronteras exteriores.

Fronteras:

Los palestinos exigen una retirada israelí de todos los territorios desde 1967, pero están dispuestos a aceptar modificaciones fronterizas menores sobre la base de canjes de territorios equivalentes con Israel.

Israel está dispuesto a retiradas en Cisjordania. Quiere anexar los bloques de asentamientos donde vive la gran mayoría de los colonos judíos, aparte de Jerusalén Este.

Los palestinos exigen congelamiento de los asentamientos que comprometan la continuidad territorial del futuro Estado.

Jerusalén:

Israel considera a Jerusalén, incluyendo a su parte oriental, como su capital indivisible y eterna.

La Autoridad Palestina quiere hacer de Jerusalén Este, la capital de su Estado.

Israel insiste en mantener el control de toda la zona de la Ciudad Vieja, sede de algunos de los principales lugares santos de las tres religiones monoteístas (islam, judaísmo y cristianismo).

Los palestinos se oponen.

Refugiados:

Hay cuatro millones de refugiados palestinos.

Los palestinos exigen que Israel reconozca un derecho al retorno de los refugiados en sus fronteras, en conformidad con la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU.

En la práctica, los negociadores palestinos insistieron en el reconocimiento de principio de este derecho más que en su aplicación, que de hecho dependería de Israel.

Agua:

Israel se reserva gran parte de las napas freáticas en el subsuelo de Cisjordania.

Los palestinos reclaman una distribución equitativa.

Prisioneros:

Israel liberará a algunos presos palestinos como señal de buena voluntad antes de las negociaciones.

FUENTE: CIDIPAL-TEMAS PENDIENTES-29/07/13

1153 - PAZ EN MEDIO ORIENTE I - ANTECEDENTES

CHARLES KRAUTHAMMER
EN RAMALLAH, OBAMA ECHÓ POR TIERRA EL RECLAMO QUE LOS ASENTAMIENTOS SON EL OBSTÁCULO PARA LA PAZ

¿QUÉ SUCEDIÓ REALMENTE EN JERUSALÉN? - marzo 2013 -

Por CHARLES KRAUTHAMMER - The Washington Post

Honestamente, creo que si cualquier padre israelí se sentara con esos niños (palestinos), diría “quiero que a estos chicos les vaya bien”.

Barack Obama, en Jerusalén, 21 de marzo, 2013, Washington

Es verdad. Pero ¿cómo se siente la otra parte respecto a los niños israelíes? Tengan en cuenta que la madre más venerada en la sociedad palestina es Mariham Farhat de Gaza. ¿En qué se diferencia? Tres de sus hijos murieron en diversos estadíos de intento de asesinatos a israelíes, uno en un ataque suicida, disparando y arrojando granadas en un aula llena de estudiantes judíos. Ella rindió alabanzas a sus hijos “mártires”, deseando poder tener 100 chicos como su hijo suicida para que puedan “sacrificarse… en el nombre de D’s”. Y por esto, fue venerada como la “madre de la lucha”, elegida para el Parlamento y su muerte fue, hace poco, llorada.

Tanto en reciprocidad. En los territorios, calles, plazas públicas, campamentos de verano, escuelas palestinas e, incluso, los jardines de infantes, son nombrados en recordación a los atacantes suicidas y otros asesinos en masa. Esto para tener una noción que si sólo a los israelíes les importaran los niños árabes, la paz sería posible.

Los israelíes no desean otra cosa que la paz y la seguridad para sus hijos. Es por esta razón que aceptaron la partición de Naciones Unidas de 1947, de la Palestina británica a un Estado judío y otro árabe. Desafortunadamente -otra asimetría- los árabes dijeron que no. Hasta el día de hoy, los palestinos rechazaron todo ofrecimiento de paz, dejando un estado judío respetado e independiente. Esto no es historia antigua. Yasser Arafat dijo “no” en Camp David en el 2000, y en Taba en 2001. Y en 2008, el Primer Ministro Ehud Olmert ofreció un estado palestino en toda la Margen Occidental (con intercambio territorial) con su capital en una Jerusalén compartida. Mahmoud Abbas se marchó.

En ese mismo discurso, Obama calificó, de forma despreocupada, a estas “oportunidades históricas perdidas” que no deberían evitar la búsqueda, ahora, de la paz. Pero esas “oportunidades históricas perdidas” no son eventos fortuitos. Éstas presentan un patrón constante e ininterrumpido, durante siete décadas, de rechazo de cualquier paz definitiva con Israel. De modo que, ¿a qué se refería Obama en su discurso en Jerusalén alentando a los jóvenes israelíes a hacer la paz, un discurso que dejó, a los medios, con la boca abierta? Fue mera retórica, una atracción destinada a suavizar el impacto sobre el lado árabe respecto al evento importante del viaje de Obama: el destacado reposicionamiento de su postura en el proceso de paz. Obama sabe que las conversaciones no están yendo hacia ningún lugar.

En primer lugar, porque no hay modo de que Israel pueda hacer concesiones mientras su vecindario se está agitando y es inestable. La Hermandad Musulmana tomó el poder en Egipto, misiles que son lanzados desde Gaza, Hezbollah blandiendo 50.000 misiles dirigidos hacia Israel, una guerra civil enfurecida en Siria con sus armas químicas y la rebelión de los jihadistas, e Irán amenazando abiertamente con arrasar Tel Aviv y Haifa.

En segundo lugar, la paz no va hacia ningún lugar porque Abbas demostró a Obama, durante los últimos cuatro años, que no tiene ningún interés en negociar.

El mensaje de Obama a Abbas fue directo: ir a la mesa de negociaciones, sin precondiciones, por ejemplo, sin la excusa de reclamar un congelamiento previo de los asentamientos. Obama mismo contribuyó a este impasse al imponer esa precondición -la primera vez en la historia de las negociaciones árabe/israelíes- hace cuatro años atrás. Y cuando Israel respondió con un congelamiento de 10 meses (también sin precedentes), Abbas no apareció para conversar antes de pasados los nueves meses y, luego, se marchó, y nunca regresó.

En Ramallah, Obama no sólo se refirió a esta evasión palestina eterna. Echó por tierra el reclamo que los asentamientos son el obstáculo para la paz. La soberanía palestina y la seguridad israelí son el “tema central”, dijo Obama a Abbas. “Si resolvemos esos dos problemas, el problema de los asentamientos será resuelto”.

Finalmente, la validación presidencial de la obvia perogrullada: cualquier acuerdo de paz producirá un estado palestino sin que haya un solo asentamiento israelí en ese territorio. Cualquier asentamiento en el lado palestino, sobre cualquier frontera acordada, será demolido. Por tanto, cualquier tipo de paz que reconcilie al estado palestino con la seguridad israelí automáticamente resuelve el tema de los asentamientos. Desaparece.

Así es, Obama ofreció los conjuros rituales acerca de lo poco constructivos que son los asentamientos. No hay nada nuevo aquí. Podría haberlos (llamado ilegales o ilegítimos) pero no importaría porque Obama los declaró oficialmente irrelevantes. Exponer a los asentamientos como una mera excusa para el rechazo de los palestinos a negociar fue lo novedoso, ampliamente omitido, que resultó del viaje de Obama. Fue todo un descubrimiento. ¿Acaso perdurará? Quién lo sabe. Pero cuando un Presidente americano, tan solidario con la causa palestina, le dice a Abbas que pare de obstruir la paz con esa falsa excusa de los asentamientos, algo importante ocurre. Abbas, desenmascarado e infeliz, lo sabe mejor que nadie.

FUENTE: CIDIPAL -
KRAUTHHAMMER - OBAMA CON ABBAS - 03/04/13 -

Publicado en el Buenos Aires Herald, 31/03/13

REFLEXIÓN:

Comienzan hoy las conversaciones para llegar a un acuerdo de paz con los palestinos, es oportuno tener en cuenta los antecedentes para saber si es realista sentirse optimista con los resultados. Cuando un pueblo elogia a este tipo de héroes y se vanagloria en el Parlamento de tenerlos, algo anda mal. Ese liderazgo palestino es el que actualmente está tratando con Israel. ¿Hay esperanzas para poder llegar a un acuerdo? Seguiré publicando los antecedentes para comprender lo que ocurrirá.

ANA

lunes, 29 de julio de 2013

1152 - MANDEL SOBRE LOS ACUERDOS ISRAELÍES-PALESTINOS


LO QUE YA HA ACONTECIDO VOLVERÁ A ACONTECER

Por DAVID MANDEL

"Lo que ya ha acontecido volverá a acontecer" es una cita del versículo 9, capítulo 1 del libro de Eclesiastés, cuyo autor, según la tradición, es el sabio rey Salomón. Y es también la expresión de los sentimientos de la gran mayoría de analistas políticos en Israel respecto a las próximas negociaciones de israelíes y palestinos en Washington.

En el mes de julio del año 2,000 Ehud Barak, el Primer Ministro de Israel, Bill Clinton, el Presidente de los Estados Unidos, y Yasser Arafat, se reunieron en Camp David. Ehud Barak hizo un ofrecimiento donde incluía prácticamente todas las exigencias de Arafat. Arafat no aceptó y regresó a Gaza. Posteriormente explicó que no podía aceptar ningún arreglo con Israel ya que eso resultaría en su asesinato.

En el mes de setiembre del año 2008 Ehud Olmert, Primer Ministro de Israel, le hizo una oferta aún más generosa a Mahmoud Abbas, el sucesor de Arafat. Abbas no aceptó y regresó a Ramallah.

Si el rey Salomón está en lo cierto y en algún momento Bibi Netanyahu le hace a Abbas una oferta que cumple con todas las exigencias palestinas, la respuesta de Abbas será la misma: no aceptará y regresará a Ramallah, por temor a que los palestinos, (no sólo la gente de Hamás sino también su propio partido Fatah), lo llamen traidor e intenten asesinarlo.

Respecto a la liberación de terroristas asesinos, esto, que ha sucedido anteriormente, parece que volverá a suceder. Los palestinos en el pasado para acceder a conversar con Israel exigieron y consiguieron la liberación de numerosos terroristas culpables de asesinatos. También en esta ocasión el gobierno israelí está dispuesto a pagar el mismo precio para lograr que los palestinos se dignen negociar, pero el resultado será el mismo.

(En vez de que los israelíes estén rogando a los palestinos para que acepten negociar una solución al problema, según la lógica deberían ser los palestinos los que soliciten negociar con los israelíes. ¿Pero, quién dice que la lógica prima en el Medio Oriente?).

Lo absurdo es que el pago a los palestinos (liberación de asesinos confesos) no es para lograr que se sienten a negociar con Israel acerca de una solución pacífica al conflicto, sino sólo para que se sienten para negociar cuales serán las pautas de una futura negociación de paz.

La realidad es que los palestinos no tienen interés en negociar sinceramente con Israel sino únicamente presentar nuevas demandas y obtener concesiones sin dar nada a cambio, y luego culpar a Israel por la falta de progreso.

Mi padre solía decir, "Si me engañas una vez es tu culpa, pero si me engañas dos o más veces es mi culpa".


FUENTE: Mi Enfoque #472, 26 de julio, 2013, por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

REFLEXIÓN:

Se atribuye a Einstein la frase: “La locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes” (o algo similar).

Si de algo no se puede señalar a los gobiernos israelíes es de estar locos o ser estúpidos. Entonces uno se pregunta por qué repite la misma historia tantas veces sabiendo que obtendrá el mismo resultado.

Leí que según las encuestas en Israel, hay bastante aprobación en la población israelí para aceptar "liberar a prisioneros con sangre en las manos", para intentar comenzar nuevamente las negociaciones. Evidentemente, ese pueblo está tratando de obtener algún tipo de paz. El resto no lo desea, es más pesimista y cree que ninguna "ofrenda" servirá para iniciar las conversaciones.

Lo que debería sorprendernos es por qué se presiona tanto a Israel para no llegar a nada, porque la frase de Einstein es contundente. Nada ha cambiado para creer que esta vez será diferente, el liderazgo palestino es el mismo, son los que rechazaron todas las ofertas pasadas. Sin embargo, Israel se ve obligado a intentarlo una vez más, como si hubiera alguna posibilidad de acuerdo cuando el escenario es el mismo.

¿Cómo se explica?

Evidentemente, cada presidente norteamericano cree tener la fórmula mágica para poder pasar a la historia por haber logrado un acuerdo entre las partes. Ser presidente del país más poderoso del planeta no garantiza que no sea el protagonista de la frase del genial físico.

No hay nada que indique que esta vez conseguirá el resultado que se busca y este presidente se retirará con las manos vacías y sus ilusiones rotas. Mientras, otros locos de diferente tipo, estarán libres pergeñando nuevas maldades y burlándose de su candidez e ignorancia o de su desmedida ambición y Abbas se habrá ganado otro aplauso, como Arafat, su jefe, en el pasado.

¿Y la gente? ¿Toda la gente de la región? Mal, como siempre...

ANA

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domingo, 28 de julio de 2013

1151 - ISLAM E ISLAMISMO II



¿PUEDE REFORMARSE EL ISLAM?

La historia y la naturaleza humana dicen que sí.

Por DANIEL PIPES

El islam representa actualmente una fuerza retrógrada, agresiva y violenta. ¿Tiene que seguir de esta forma por fuerza, o puede ser reformado y volverse moderada, moderna y abierta? ¿Pueden formular una interpretación de su confesión las autoridades religiosas que conceda igualdad de derechos a la mujer y los no musulmanes en la misma medida que libertad religiosa a los musulmanes, que acepte los principios elementales de la práctica financiera y la jurisprudencia modernas, y que no pretenda imponer la ley sharía ni establecer un califato?

Un creciente número de analistas están convencidos de que no, la confesión musulmana no puede hacer estas cosas, que estos rasgos son inherentes al islam y forman parte inmutable de su composición. Preguntada si conviene con mi formulación de que "el islam radical es el problema, pero el islam moderado es la solución", la escritora respondía: "Se equivoca. Lo lamento". Ella y yo compartimos trinchera, combatiendo por los mismos objetivos y contra los mismos rivales, pero discrepamos en torno a este punto vital.

Mi argumento tiene dos partes. En primer lugar, la postura esencialista de muchos analistas se equivoca; y en segundo, puede surgir un islam reformado.

Argumento contra el esencialismo

Afirmar que el islam nunca podrá cambiar es afirmar que el Corán y el Hadit, que constituyen el núcleo de la religión, tienen que interpretarse siempre de la misma forma. Pero elaborar esta postura es evidenciar su error, dado que nada humano dura para siempre. Todo, lectura de los textos sagrados incluida, cambia con el tiempo. Todo sigue una trayectoria. Y todo tiene un futuro que será distinto a su pasado.

Sólo no teniendo en cuenta la naturaleza humana e ignorando más de un milenio de cambios reales en la interpretación del Corán se puede decir que el Corán ha sido interpretado de forma idéntica con el tiempo. Se han acometido cambios en cuestiones tales como la yihad, el esclavismo, la usura, el principio de "no hay obligación en la religión" y el papel de la mujer. Además, los muchos intérpretes relevantes del islam durante los últimos 1.400 años -ash-Shafi'i, al-Gazali, Ibn Taymiya, Rumi, Shaj Waliula o Ruhola Jomeini vienen a la cabeza- mantuvieron importantes diferencias entre sí a tenor del contenido del mensaje del islam.

Por capitales que puedan ser el Corán y el Hadit, no constituyen la totalidad de la experiencia musulmana; la experiencia acumulada por las poblaciones musulmanas de Marruecos a Indonesia y más allá no tiene menos relevancia. Ponderar las escrituras del islam es comparable a interpretar Estados Unidos únicamente a través del prisma de la Constitución; pasar por alto la historia del país iría a una interpretación distorsionada.

Dicho de otra forma, la civilización musulmana medieval destacó sobre las demás y los musulmanes de hoy aparecen a la cola de casi todos los baremos de progreso. Pero si las cosas pueden ir a peor, también pueden mejorar. De igual forma, durante mi propia carrera, fui testigo del ascenso del islamismo, desde comienzos modestos cuando llegué al terreno en 1969 hasta las enormes cotas de influencia que alcanza hoy; si el islamismo puede progresar así, también puede deteriorarse.

¿Cómo sucedería eso?


La síntesis medieval

Clave del papel del islam en la vida pública es la ley islámica y las muchas obligaciones imposibles que impone a los musulmanes. Administrar un Estado con los tributos mínimos que autoriza la sharía ha demostrado ser imposible; ¿y cómo puede dirigirse un sistema financiero sin cobrar intereses? Un régimen penal que obliga a que haya cuatro testigos varones de un delito de adulterio en la figura jurídica del flagrante delicto no es práctico. La prohibición de la sharía del conflicto armado contra correligionarios musulmanes es totalmente imposible de cumplir; en la práctica, las tres cuartas partes de todos los conflictos bélicos protagonizados por musulmanes se han abierto contra otros musulmanes. De igual forma, la insistencia en la guerra santa perpetua contra los no musulmanes exige demasiado.

Para superar éstas y otras exigencias reales, los musulmanes premodernos desarrollaron ciertos artificios jurídicos que permitían la relajación de los capítulos islámicos sin vulnerarlos directamente. Los juristas proponían hiyal (trucos) y otros artificios en virtud de los cuales la intencionalidad de la ley quedaba satisfecha al tiempo que se negaba su contenido. Por ejemplo, se desarrollaron varios mecanismos para vivir en armonía con estados no musulmanes. También existe la doble venta (bai al-inah) de un bien de consumo, que permite al comprador abonar una forma encubierta de interés. Las guerras contra correligionarios musulmanes se rebautizaron yihad.

Este compromiso entre la ley islámica y la realidad equivale a lo que bauticé como "la síntesis medieval del islam" en mi libro "En el camino de Dios" (1983). Esta síntesis transformó el islam de entidad formada por exigencias abstractas e imposibles en sistema factible. En términos prácticos, restó protagonismo a la sharía e hizo operativo el régimen jurídico. La sharía podía aplicarse ahora en la dosis suficiente sin que los musulmanes quedaran sujetos a sus exigencias más estrictas. Kecia Alí, de la Universidad de Boston, destaca el contraste dramático entre la ley formal y la ley aplicada en la obra "Matrimonio y esclavitud en el islam temprano", citando a otros especialistas:

Una forma importante en la que han avanzado los estudios jurídicos ha sido "comparar la doctrina con el ejercicio real de los tribunales". Como destaca un académico que discute el texto jurídico y las escrituras: "Los patrones sociales guardaron un enorme contraste con el panorama 'oficial' presentado por estas fuentes 'formales'". Los estudios superponen a menudo los fallos flexibles y relativamente justos de los tribunales con la tradición textual sin diferenciar y a veces duramente patriarcal de la jurisprudencia. Se nos muestran pruebas de "la flexibilidad en el seno de la ley islámica, retratada con frecuencia como estancada y draconiana".
Mientras que la síntesis medieval funcionó a lo largo de siglos, nunca superó una debilidad fundamental: Ni se origina ni se desprende de forma integral de los textos fundacionales y constitucionales del islam. Basada en los compromisos y las intervenciones a medias, siempre estuvo expuesta al desafío de los puristas. De hecho, la historia musulmana premoderna dio muchos desafíos de esa índole, incluyendo el movimiento Almohade del norte de África en el siglo XII y el movimiento wahabí de la Arabia del siglo XVIII. En cada uno de los casos, los esfuerzos de los puristas cedieron con el tiempo y la síntesis medieval volvió a establecerse, sólo para ser desafiada de nuevo por los puristas. Este alterne entre purismo y pragmatismo caracteriza la historia musulmana, contribuyendo a su inestabilidad.

El desafío de la modernidad

La solución oficiosa ofrecida por la síntesis medieval se vino abajo con la llegada de la modernidad impuesta por los europeos, fechada convencionalmente en el ataque de Napoleón a Egipto en 1798. Este desafío arrojó a los musulmanes en direcciones contrarias a lo largo de los dos siglos siguientes, occidentalización o islamización.

Los musulmanes, impresionados por los avances occidentales, pretendían minimizar la ley islámica y reemplazarla por las costumbres occidentales de terrenos tales como el desplazamiento de la religión y la igualdad de derechos de la mujer y los no musulmanes. El fundador de la Turquía moderna, Kemal Atatürk (1881-1938), simboliza esta empresa. Hasta 1970 más o menos, parecía ser el destino musulmán inevitable, pareciendo retrógrada e inútil la oposición a la occidentalización.

Pero esa oposición demostró ser profunda y acabó saliendo triunfante. Atatürk tuvo contados sucesores y su República de Turquía retrocede hacia la sharía. La occidentalización, al final, parecía más fuerte de lo que era porque tendía a atraer a la élite visible y vocal mientras las masas en general se mantenían en segundo plano. A partir de 1930 más o menos, los elementos reacios empezaron a organizarse y a desarrollar su propio programa positivo, sobre todo en Argelia, Egipto, Irán y la India. Rechazando la occidentalización y todos sus mecanismos, defendían la implantación integral y robusta de la ley islámica según imaginaban que había sido durante los primeros tiempos del islam.

Aun rechazando a Occidente, estos movimientos -que reciben el nombre de islamistas- se modelaron a imagen de las incipientes ideologías totalitarias de su tiempo, el Fascismo y el Comunismo. Los islamistas cogieron prestados múltiples supuestos de estas ideologías, como la superioridad del estado sobre el individuo, lo aceptable del uso de la fuerza o la necesidad de una confrontación cósmica con la civilización occidental. También cogieron prestada discretamente la tecnología de Occidente, la médica y militar en especial.

Mediante el trabajo duro y creativo, las fuerzas islamistas fueron ganando tirón en silencio durante el medio siglo siguiente, llegando al poder de golpe por fin y alcanzando la prominencia con la revolución iraní de 1978-79 encabezada por el ayatolá anti-Atatürk, Jomeini (1902-89). Este dramático acontecimiento, y su objetivo logrado de crear un orden islámico, inspiró ampliamente a los islamistas, que durante los 35 años posteriores han hecho grandes progresos, transformando sociedades e implantando la sharía de formas radicales y noveles. Por ejemplo, el régimen chiíta de Irán ahorca a los homosexuales desde grúas y obliga a los iraníes que visten de forma occidental a beber de las letrinas, y en Afganistán, el régimen talibán ha incendiado escuelas femeninas y tiendas de música. La influencia de los islamistas ha llegado al propio Occidente, donde se ve un número creciente de mujeres que llevan hijabs, niqabs y burqas.

Aunque fue alumbrado como modelo totalitario, el islamismo ha demostrado tener una adaptabilidad práctica mucho mayor que el Fascismo o el Comunismo. Las dos últimas ideologías rara vez lograron ir más allá de la coacción o la violencia. Pero el islamismo, encabezado por personajes como el Premier turco Recep Tayyip Erdoğán (1954-) y su Partido Justicia y Desarrollo (AKP), ha explorado formas de islamismo no revolucionarias. Desde que llegó al poder de forma legítima en 2002, el AKP ha minado gradualmente el secularismo turco con notable impunidad a base de trabajar dentro de las estructuras democráticas asentadas del país, practicando la buena gestión pública y no provocando la ira del ejército, guardián veterano del secularismo turco.

Los islamistas están hoy a la ofensiva, pero su ascenso es reciente y no ofrece garantías de longevidad. De hecho, como las demás ideologías utópicas radicales, el islamismo perderá su atractivo y degenerará en el poder. Las revueltas de 2009 y 2013 contra los regímenes islamistas de Irán y Egipto, respectivamente, apuntan desde luego en ese sentido.

Hacia una síntesis moderna

Si hay que derrotar al islamismo, los musulmanes anti-islamistas tienen que desarrollar una visión alternativa del islam y una explicación alternativa de lo que significa ser musulmán. Al hacerlo, pueden apoyarse en el pasado, sobre todo en los esfuerzos de reforma del ciclo entre 1850 y 1950, para desarrollar una "síntesis moderna" comparable al modelo medieval. Esta síntesis elegiría entre los preceptos de la ley islámica y haría compatible el islam con los valores modernos. Aceptaría la igualdad entre sexos, coexistiría pacíficamente con los infieles, y rechazaría las aspiraciones de un califato universal, entre otros pasos.

De esto, el islam se beneficia al compararse con las otras dos religiones monoteístas principales. Hace medio milenio, judíos, cristianos y musulmanes convenían de forma general en que el trabajo obligatorio era aceptable y pagar intereses por los préstamos no. Con el tiempo, tras debates amargos y enconados, cristianos y judíos cambiaron de opinión en torno a estas dos cuestiones; hoy, ninguna voz cristiana ni judía aprueba la esclavitud o condena el pago de un interés razonable a los préstamos.

Entre los musulmanes, sin embargo, estos debates acaban de empezar. Aun estando prohibida formalmente en Qatar en 1952, en Arabia Saudí en 1962 y en Mauritania en 1980, la esclavitud sigue existiendo en estos países de mayoría musulmana, entre otros (Sudán y Pakistán en especial). Ciertas autoridades islámicas llegan a sostener que el musulmán religioso tiene que apoyar la esclavitud. Enormes instituciones financieras valoradas incluso en billones de dólares se desarrollaron durante los 40 últimos años para permitir que los musulmanes conservadores simularan estar pagando o cobrando intereses por el dinero, ("simularan" porque las entidades bancarias islámicas simplemente disfrazan los intereses con artificios como los gastos de gestión).

Los musulmanes reformistas tienen que hacer un trabajo mejor que sus predecesores medievales y apoyar su interpretación en las escrituras y la sensibilidad de la época en la misma medida. Al modernizar su religión, los musulmanes tienen que copiar a sus colegas monoteístas y adaptar su confesión con respecto a la esclavitud y los intereses, el trato a la mujer, el derecho a abandonar el islam, los derechos ante la ley y muchas cosas más. Cuando surja un islam moderno y reformista, dejará de apoyar la desigualdad de la mujer, el estatus de los dhimmi o el terrorismo suicida, ni exigirá la pena capital por adulterio, por la violación del honor familiar, la blasfemia o la apostasía.

En este siglo apenas iniciado ya pueden discernirse algunas señales positivas en esta dirección. Observe ciertos avances relativos a la mujer:


  • El Consejo de la Shura de Arabia Saudí ha respondido a la creciente indignación pública por el matrimonio con menores fijando la mayoría de edad en los 18 años. Si bien esto no acaba con el matrimonio con menores, avanza hacia la abolición de la práctica.

  • Clérigos turcos han accedido a dejar que las mujeres asistan a los servicios en las mezquitas cuando tienen la regla y rezar junto a los varones.

  • El gobierno iraní prácticamente ha prohibido la lapidación de los culpables de adulterio.

  • Las mujeres de Irán han logrado derechos genéricos a la hora de pedir el divorcio a sus maridos.

  • Una conferencia de académicos musulmanes celebrada en Egipto consideraba la clitoridectomía contraria al islam y, en la práctica, una práctica punible.

  • Una importante institución musulmana hindú, el Darul Ulum Deoband, decretaba una fatua contra la poligamia.

    Otros notables avances, no relacionados concretamente con la mujer, son:


  • El gobierno saudí ha abolido la jizya (la práctica de obligar a pagar un impuesto a los no musulmanes para tener reconocidos ciertos derechos).

  • Un tribunal iraní dictaminaba que la familia de un cristiano asesinado reciba la misma compensación que perciben las víctimas musulmanas.

  • Los académicos reunidos en la Academia Islámica Internacional Fiqh de Sharjah han comenzado a debatir y poner en cuestión el llamamiento a ejecutar a los apóstatas.

    Todo el tiempo son los reformistas individuales los que exponen ideas en cadena, si no para su adopción entonces para estimular el pensamiento. Por ejemplo, Nadín al-Badir, una periodista saudí, sugería de forma provocativa que las musulmanas tengan el mismo derecho que los varones a contraer matrimonio con cuatro maridos. Provocó inmediatamente una polémica, que incluye amenazas de demanda y denuncias airadas, pero desató un debate necesario, inimaginable en otros momentos.

    Al igual que su precursora medieval, la síntesis moderna seguirá expuesta al ataque de los puristas, que pueden señalar el ejemplo de Mahoma e insistir en que no haya ninguna desviación de él. Pero habiendo sido testigos de primera mano de lo que ha acarreado el islamismo, violento o no, hay motivos de esperanza en que los musulmanes rechacen el sueño de restablecer el orden medieval y se abran al compromiso con las costumbres modernas. El islam no tiene que ser por fuerza una mentalidad medieval fosilizada; es lo que los musulmanes de hoy hagan de él.

    Implicaciones políticas

    ¿Qué pueden hacer para impulsar sus objetivos aquéllos, musulmanes y no musulmanes por igual, contrarios a la sharía, al califato y a los horrores de la yihad?

    Para los musulmanes anti-islamistas, el gran problema reside en desarrollar no sólo una visión alternativa a la islamista sino un movimiento alternativo al islamismo. Los islamistas alcanzaron su posición privilegiada de poder e influencia a través de la dedicación y el trabajo duro, la generosidad y el desinterés. Los anti-islamistas también tendrán que trabajar, durante décadas probablemente, para desarrollar una ideología igual de coherente y atractiva que la de los islamistas, y a continuación difundirla. Los académicos que interpretan las escrituras sagradas y los líderes que movilizan a los fieles juegan papeles cruciales en este proceso.

    Los no musulmanes pueden ayudar a impulsar un islam moderno de dos formas: en primer lugar, oponiéndose a toda forma de islamismo, no sólo al brutal fundamentalismo de un tal Osama bin Laden, sino también a los movimientos políticos regularizados y encubiertos como el AKP turco. Erdoğán es menos agresivo que Bin Laden, pero es más eficaz y no menos peligroso. Quien valore la libertad de expresión, la igualdad ante la ley y los demás derechos humanos negados o invadidos por la sharía tiene que oponerse de forma consistente a cualquier atisbo de islamismo.

    En segundo lugar, los no musulmanes deberían apoyar a los anti-islamistas moderados y occidentalizadores. Tales figuras son débiles y están divididas, y hoy se enfrentan a una tarea desalentadora, pero las hay, y suponen la única esperanza de derrotar a la amenaza de la yihad global y la supremacía islámica, reemplazándolas luego con un islam que no amenace a la civilización.

    FUENTE:
    PIPES-REFORMA DEL ISLAM-JULIO/AGOSTO 2013

    ORIGINAL EN INGLÉS:
    CAN ISLAM BE REFORMED?


    REFLEXIÓN:

    Importantísimo artículo que debería leerse completo. ¿Quién puede discutir que todo cambia, que todo se transforma? Pero, cuando lo hace, ¿va hacia el futuro o hacia el pasado?

    Occidente sufrió muchas transformaciones, pero con el concepto de los Derechos Humanos sus cambios son positivos. Claro que está la política y los intereses de cada país y, sobre todo, de las grandes potencias que "olvidan" lo que no conviene a sus propósitos. Pero aún así, el mundo reclama explicaciones con buenos argumentos y exige que se los respete.

    El islam podría ser una religión como cualquier otra si no tuviera en su concepción la obligación de abarcar toda la vida de sus fieles, no sólo el aspecto religioso, sino también la conversión al islam de todos aquellos que estén bajo su control político, por propia voluntad o por la fuerza. Quienes no lo acepten no son tratados como iguales.

    Es notorio que los no musulmanes tengan buenas expectativas y hagan esa distinción entre islam e islamismo, posición que no comparten los que han sido musulmanes como Ayaan Hirsi Ali o Wafa Sultán, ésta, quien dice que habiendo sido musulmana y por haber vivido bajo un régimen musulmán nunca conoció otra cosa que el islam, a secas, y de la peor manera imaginable.

    Sólo cuando abandonó Siria pudo conocer que había otra sociedad y cultura que le permitió ser libre y elegir cómo quería vivir su vida aún siendo mujer.
    Este conmovedor video refleja claramente su experiencia.

    La posición de Pipes es calificada, es un experto en el tema y quizá, ayudando a los musulmanes que quieren ir hacia un futuro mejor, el islam puede transformarse, pero difícilmente puede lograrlo positivamente mientras sea una ideología coercitiva la que, como dijo claramente un importante imán, si no hubiera sido por la fuerza el islam no habría podido imponerse en los sitios donde imperó.

    Todo cambiaría si dentro de su doctrina el respeto por los Derechos Humanos fuera el factor preponderante. Eso haría la diferencia.

    ANA
  • lunes, 15 de julio de 2013

    1150 - QUIÉN TENDRÁ EL PODER EN EGIPTO?

    LOS GRUPOS DE PODER Y LAS REVOLUCIONES ÁRABES

    Por JONATHAN SPYER

    Los últimos acontecimientos en Egipto confirman uno de los patrones más destacados que han gobernado los levantamientos en el mundo árabe de los últimos años. El hecho preocupante pero inconfundible es que a pesar de toda la discusión sobre el poder popular, la democracia, la sociedad civil y todo el resto, cuando se trata del ejercicio verdadero y adulto del poder político en los países en cuestión, sólo quedan dos contendientes: las fuerzas del Islam político, y las fuerzas armadas del antiguo régimen.

    Que esto sea así parece empíricamente irrefutable -desde Argelia a Gaza, pasando por Siria y Egipto- las fuerzas, que cuando la habladuría ha terminado, salen a combatir entre sí por la corona son los islamistas y los hombres armados del régimen (este último, por lo general organizada bajo la bandera del nacionalismo autoritario secular). Lo que actualmente está teniendo lugar en Egipto es un golpe de Estado Militar, en todo menos en el nombre. El ejército -la fuerza a través de la cual Mubarak, Sadat y Naser gobernaron- está siendo movilizada para poner fin al gobierno de un año de los Hermanos Musulmanes. Queda por ver si Mohammed Morsi y sus camaradas cederán a esta movilización, o intentarán resistirse.

    Si intentan esto último, Egipto estará ante una situación análoga a la de Argelia en 1991, cuando los militares del régimen trataron de anular la victoria electoral del movimiento islamista FIS. El resultado fue una sangrienta guerra civil que en retrospectiva puede verse como precursora de lo que hoy está teniendo lugar en Siria, y lo que puede deparar el futuro en Egipto.

    Si, por otro lado, la Hermandad decide aceptar las demandas de los militares, entonces la observación del presidente Morsi de que esto representa la inversión de la revolución de 2011 es absolutamente correcta. Lo que sucederá será el gobierno de los militares, presumiblemente con unos testaferros civiles colocados en el mástil para que le permitan fingir a Occidente que es otra cosa.

    En 2010, escribí un libro llamado “El fuego transformador” (The Transforming Fire), que contiene la siguiente frase: “En el Oriente Medio, son los regímenes o los islamistas, no hay una tercera vía.” Asumo el acto de que es un tanto vulgar citarme a mí mismo aunque no con el fin de demostrar que niño inteligente he sido -de hecho lo fui- sino para indicar que este hecho básico de la presencia de dos contendientes serios por el poder en los principales países del mundo de habla árabe ha sido obvio y evidente aún antes de los acontecimientos de 2011, que por lo general se señalan (aunque erróneamente) para marcar el advenimiento de los procesos históricos que actualmente se están presenciado en Medio Oriente.

    Para parafrasear al pobre Winston Smith, el protagonista ficticio de George Orwell, sin embargo, comprendo el cómo, pero no entiendo muy bien el por qué. Después de todo, la multitud de jóvenes que hemos presenciado en los últimos días en las calles de Egipto no son un espejismo. Ya no eran los jóvenes activistas de la sociedad civil que iniciaron la revuelta en Siria, o los liberales sofisticados y reformistas de Egipto. ¿Cuáles son los factores que una y otra vez impiden el surgimiento de una política secular civil representativa y poderosa en el mundo árabe? Una política de ese tipo, que pueda combinar la disposición al uso de la fuerza con un compromiso con la sociedad abierta me parece ser la piedra angular de toda democracia viable.

    En mi propio país, Israel, existe mucha claridad al respecto. El llamado primordial de la identidad judía es la base sobre la que se levanta y es defendida (y defendible) la estructura democrática. Quite lo primero, y lo segundo no tardará demasiado en caer. Ahora, la disposición a usar la fuerza para la defensa descansa siempre en la raíz sobre algo “irracional”, es decir, más allá de los cálculos de ganancias y pérdidas y más allá del pensamiento egoísta. Debe por necesidad ser así, ya que mediante la participación en tal actividad, el individuo aumenta la posibilidad de su propia extinción temprana. El “truco” para hacer funcionar una sociedad abierta que sea defendible me parece que se basa en la posibilidad de combinar o armonizar esta capa no racional profunda de motivación humana con el compromiso completamente racional con las instituciones, las estructuras, los controles y contrapesos, etc.

    En los países más poblados del mundo árabe, salta a la vista, esto nunca se ha alcanzado.

    Los reformadores liberales son absolutamente incapaces de dominar el tipo de lealtades poderosas por las cuáles los movimientos se autosostienen y triunfan. Hoy en día, en Egipto, ellos no son los actores políticos y militares verdaderos. Esos niveles requeridos de compromiso existen, exclusivamente, en manos de los islamistas, por un lado, y los nacionalistas autoritarios, por el otro.

    Mientras esto siga siendo así, seguramente, una sociedad basada en los derechos seguirá siendo difícil de alcanzar en el mundo árabe parlante. Pero, ¿es la razón de que el motivo del caso se deba, en última instancia, a las ideas y prácticas penetrantes y poderosas en esas sociedades que militan en contra del desarrollo de la clase de movimientos e instituciones que podrían formar la base para una sociedad civil defendible? Es muy posible. Una religión no reformada orientada hacia el poder que comanda la profunda lealtad de las masas populares, y un énfasis en la seguridad de la comunidad por encima de los derechos individuales serían los factores aquí más notables. Si es así, esto significa que la ira de la población en las sociedades mal administradas seguirá siendo mal dirigida, y que casi con seguridad muchos conflictos restantes se avecinan.

    FUENTE: AURORA-SPYER-LOS GRUPOS EN EGIPTO-13/07/13

    http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Opinion/52506/

    REFLEXIÓN:

    Todos sabemos que individualmente podemos tener fuertes convicciones, ya sea la religión, la política o, mucho más, las ideologías o las convicciones morales. Pero, en conjunto, la mayoría se va a inclinar hacia gobiernos que les aseguren una buena vida, salud y educación para sus hijos. Con esos objetivos la gente vota a uno u otro partido o movimiento que cree le asegurará lo que necesita para vivir decentemente.

    Así votan a un movimiento religioso o a un partido político laico en el que creen que les dará lo que necesitan para tener una vida digna.

    No siempre pueden elegir con libertad o con buena información, entonces los más religiosos o el resto de la población elegirá según la confianza que les inspire un partido o algunos candidatos.

    ¿Pero, por qué sus anhelos se hacen trizas?

    Porque ni unos ni otros piensan en la gente, los religiosos quieren imponer su estilo de vida propio a toda la sociedad y esto crea conflictos. Los laicos piensan en su propio beneficio, empezando por los militares que pasan a ser una casta especial y se olvidan que para no usar la fuerza para seguir imponiéndose deben ser eficientes y aplicar políticas que favorezcan a la mayoría de los votantes.

    De eso trata el fracaso de las supuestas democracias árabes. Las mayorías nunca resultan favorecidas por sus gobiernos, ineptos, egoístas y/o fanáticos. Sólo la fuerza los mantiene en el poder.

    Y el poder estará en manos de quienes tienen la fuerza para someter a sus pueblos. Por estas razones -siempre egoístas- es que la historia se repite y cada vez que se produce un cambio de gobierno, cíclicamente, se vuelve a empezar con el mismo resultado.

    La lucha recomenzará hasta que haya un sometido al poder de turno.

    ANA

    domingo, 14 de julio de 2013

    1149 - EGIPTO Y SU NUEVA OPORTUNIDAD

    HERMANOS MUSULMANES EN LA ENCRUCIJADA

    Por EGON FRIEDLER

    Desde el punto de vista del Derecho Internacional no hay dudas acerca de la legitimidad del gobierno depuesto en Egipto por más que algunos comentaristas como Daniel Pipes consideren que han sido fraguadas.

    Tanto el pueblo egipcio como el mundo las consideró legítimas. Por ello, lo que sucedió hace una semana fue técnicamente un golpe de Estado. Sin embargo, hay una serie de circunstancias que permiten ver esta indiscutible interrupción del proceso democrático, como algo parecido a la implementación de un referéndum popular no refrendado formalmente en las urnas, sino proclamado dramáticamente por los millones de egipcios movilizados en las calles de El Cairo y de otras ciudades egipcias.

    Los acontecimientos en Egipto tienen una trascendencia histórica porque por primera vez definen una tendencia clara en los procesos turbulentos en Oriente Medio conocidos por la hoy desprestigiada fórmula «primavera árabe».

    Entre la modernidad y la utopía teocrática que pretende imponer en el siglo XXI un estilo de vida del siglo VI, ha triunfado la primera. Internet ganó la pulseada con el Corán.

    Las causas de esa gran derrota son evidentes. Mursi y los Hermanos Musulmanes apostaron a hacerse con todo el poder. Utilizaron la democracia para socavarla mediante el intento de imponer un cambio constitucional que crearía un sistema de gobierno autoritario.

    Por lo demás, no pudieron equivocarse peor con las prioridades. En lugar de hacer frente a los acuciantes problemas económicos y sociales del país, trataron de imponer su visión reaccionaria de la moral y la organización social a toda la sociedad. Su indiferencia e ineficacia para hacer frente al grave deterioro de la economía, puso en evidencia su pérdida de sentido de la realidad y su inoperancia como equipo de gobierno. Por otra parte, no sólo ignoraron los derechos de las minorías sino que alentaron a la discriminación y la violencia.

    Nadie puede estar seguro de cuál será el desarrollo de los acontecimientos en los próximos meses, pero sin duda el golpe del ejército, en apoyo a gigantescas movilizaciones populares, da una clara lección a las fuerzas islamistas en pugna por el poder en Oriente Medio, y en primer lugar al arrogante primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

    Su idea de la democracia como un tren para llegar al poder y del que es posible bajarse una vez alcanzado, ha demostrado ser incompatible con sociedades cada vez más impacientes y menos dispuestas a sufrir regímenes autoritarios insensibles a su bienestar y sus preocupaciones. Asimismo ha demostrado ser una pésima idea la de despreciar a la minoría, aún cuando ésta sea casi la mitad del país.

    En una palabra, los pueblos se hartaron de ser eternamente manipulados por gobiernos autoritarios, tengan o no el aval de una elección que han ganado por razones coyunturales.

    En Egipto, los Hermanos Musulmanes pretendieron contar con el apoyo de todos los votantes para imponer un regreso a un estilo de vida archi-conservador repudiado por los sectores juveniles y por las fuerzas más dinámicas de la economía. Sin embargo, fue notorio el hecho de que muchos de sus adversarios votaron por ellos sólo porque el otro contendiente con chances de ser electo era un general del equipo del depuesto presidente Mubarak, por lo cual optaron por lo que consideraron el mal menor.

    De todos modos, quienes hereden el gobierno no van a tener una vida fácil. Egipto cuenta con un gran territorio, pero la mayor parte del mismo es desierto. Tiene una población de 84 millones de habitantes que alimentar y, con un déficit del 12% del PIB y la necesidad de subvencionar los alimentos esenciales, los herederos de Mursi tendrán que hacer frente a grandes dificultades.

    Como para complicar más aún las cosas, Etiopía parece dispuesta a construir una represa en el Nilo que le quitaría a Egipto un considerable caudal de agua. Algunos analistas especularon incluso con la posibilidad de una guerra entre Egipto y Etiopía por este tema. Sin embargo, todo parece indicar que el ejército egipcio, que hasta ahora ha actuado con habilidad y prudencia, no va a lanzarse a una aventura semejante. Pero en Oriente Medio puede ser imprevisible.

    Por ahora, lo único evidente es que el islam político ha sufrido una gran derrota. La gran lección egipcia es que no basta con creerse predestinado por Alá para gobernar con éxito. También hay que saber gobernar para el mundo de hoy, lo que significa, en primer lugar, comprender la complejísima realidad actual, mirar hacia el futuro y dejar de inspirarse en un pasado mítico carente de todo significado para el actual mundo globalizado.

    Por ahora, todo parece indicar que los Hermanos Musulmanes no han aprendido ni quiere aprender la lección. Por una parte, hay un sector que cree que puede ganar la partida en una eventual guerra civil. Por otra, el movimiento se presenta al mundo como una inocente víctima de un alevoso golpe contra la democracia.

    Ver la página web de los Hermanos Musulmanes es encontrarse con una letanía interminable de quejas contra los violadores de la legitimidad institucional.

    Pero juzgando el pasado de la organización y su interés en seguir siendo un factor decisivo en la vida política egipcia, lo más probable es que terminen por adoptar una línea pragmática y apuesten a ser reconocidos como un partido con plenos derechos a participar en las elecciones parlamentarias propuestas por el gobierno de transición de Adli Manssur.

    Su problema sigue siendo ideológico: tienen a Dios en el bolsillo, lo que significa que son los dueños de una verdad absoluta y divina.

    Renunciar a esa verdad sería renunciar a su identidad y su razón de ser.

    FUENTE: ISRAELENLINEA-FRIEDLER-EGIPTO-14/07/13

    http://www.israelenlinea.com/magazine-de-semana/articulos/oriente-medio/8778-hermanos-musulmanes-en-la-encrucijada.html

    REFLEXIÓN:

    En Egipto está pasando algo muy importante, el pueblo ha decidido a costa de su propia vida, rebelarse. Sus reclamos es que sus gobiernos los lleve hacia el futuro y no hacia el pasado.

    Y es probable que un pueblo que se moviliza de esta manera no se detenga allí, también querrán eficiencia y honestidad. Cuando la gente sale a la calle y arriesga todo es porque ya no tiene demasiado que perder. Lo único que aún conserva es el derecho a expresar su descontento y exigir de sus políticos lo que todavía les deben: libertad y un futuro mejor.

    A veces no hay más remedio que protestar abiertamente para ser escuchados. Egipto es un país muy importante, ojalá que éste sea el toque de alerta que todo Medio Oriente necesita para que los gobiernos gobiernen para todos, de cualquier religión, etnia o toda diferencia que actualmente separa a su población.

    Es posible que lo que está pasando en Egipto sea el ejemplo que otros países necesitan para que las instituciones cumplan con los objetivos para las que fueron creadas y no estén al servicio del poder de turno.

    ANA

    sábado, 13 de julio de 2013

    1148 - KEDAR SOBRE EGIPTO (ANTES DEL GOLPE)

    MORDECHAI KEDAR: EGIPTO - EL PAÍS DE LA "DESTRUCCIÓN TOTAL" DE LA HERMANDAD

    MORDECHAI KEDAR - EGYPT - THE LAND OF THE "TOTAL LOSS" BROTHERWOOD (EN ESPAÑOL)

    Por MORDECHAI KEDAR

    Todo el mundo sabe lo que es "destrucción total": la pérdida total del valor de un vehículo como consecuencia de un accidente, cuando el vehículo no puede ser reparado o no es práctico hacerlo y se descarta como chatarra. Parece que en Egipto la situación actual se parece mucho a una "destrucción total". Tras una serie de accidentes y desgracias que ha experimentado en los últimos dos años, desde que Mubarak fue enviado a una celda como acusado. Mientras estaba en el poder, el país era funcional. Y aunque no funcionaba bien, había una especie de estabilidad dictatorial. Pero desde que fue derrocado nada funciona bien en este triste país, cuya población actual es de noventa millones. Egipto es como un coche con noventa millones de problemas, y describirlo como una "destrucción total" es subestimar la situación.

    Los problemas comenzaron el 11 de noviembre de 2011 con la renuncia del Presidente Mubarak después que las manifestaciones en su contra degeneraron en un estado de caos general, lo que llevó al Ministro de Defensa, General Tantawi, a que le exigiera la renuncia a Mubarak con el fin de calmar a una calle en estado de furia. Tantawi tomó las riendas del poder durante medio año para estabilizar el sistema de gobierno y luego transferirlo a la rama civil; la estabilidad de la era dictatorial de Mubarak se convirtió en un caos con características públicas cada vez más anarquistas, a pesar de que el grupo en el poder había ganado el derecho a gobernar democráticamente. Parece que la posición del Gobierno en Egipto se convertirá en un nuevo concepto en el campo de la Ciencia Política: "anarquía democrática" o "democracia anárquica".

    A pesar de tener Egipto un presidente, un ejército, la policía y el sistema judicial, parece que no todos estos componentes del Gobierno funcionan como un sistema, sino más bien que cada uno se comporta de acuerdo con su propia agenda privada, como si cada uno existiera como un país independiente: la gente elige al Parlamento y la Corte lo dispersa; el Presidente emite decretos ignorando las leyes del Parlamento y la Corte cancela sus edictos; la mayoría de la gente elige al Presidente pero amplios sectores quieren deshacerse de él; fue elegido un presidente islamista pero éste se ve obligado a administrar al Estado de acuerdo con las leyes que contradicen la Sharía; los beduinos del Sinaí son ciudadanos de Egipto pero se comportan como si Egipto fuera su enemigo.

    La gota que colmó el vaso fue cuando siete soldados fueron secuestrados en el Sinaí. Los beduinos los capturaron con el fin de presionar al gobierno para que liberara a beduinos encarcelados y Mursi se encontró entre la espada y la pared: si hubiera cedido a sus demandas entonces la liberación de los soldados habría sido interpretada -y con razón- como una rendición ante un grupo de criminales violentos y esa rendición los habría animado a ellos, así como a otros grupos, a adoptar medidas similares para alcanzar sus fines. En tal situación, cuando cualquier violador de la ley puede presionar al Gobierno para que se someta a sus demandas, no hay estado. Entonces, ¿qué se puede hacer? ¿Atacar a los beduinos con una gran fuerza militar? Esto es problemático, porque el actual gobierno afirma tener una base religiosa y ¿cómo tal régimen podría matar a musulmanes?

    El miércoles de esta semana, los siete soldados fueron liberados sanos y salvos después que los representantes del ejército se reunieron con los jefes de las tribus Jabal Halal y les advirtieron que el ejército destruiría todo lo que se moviera en la zona. Lo que se prometió a los jefes de las tribus, a cambio de la liberación de los soldados, no fue divulgado, pero el hecho de que el Gobierno se vio obligado a apaciguar a los jefes de las tribus prueba quién está a cargo en el Sinaí. El Gobierno tuvo que volver a jugar de acuerdo con las leyes del desierto, donde cualquiera que recibe una petición debe cerrar el trato con los jefes tribales. La lucha entre el Estado y los beduinos continuará en la siguiente ronda, lo que es sólo una cuestión de tiempo, debido a que el Estado no ha liberado aún a los prisioneros beduinos acusados de actividad terrorista, y su liberación fue la razón original para el secuestro de los siete soldados.

    Y ésta no fue la primera vez que los beduinos han desafiado al gobierno de Mursi: en agosto pasado ellos asesinaron a 16 soldados, y el año pasado atacaron a una estación de policía, a patrullas de seguridad y sabotearon el conducto que provee de gas a Egipto. Los beduinos colaboran con Hamás y hubo rumores de que los soldados secuestrados ya estaban en Gaza. Las familias de los soldados capturados aparecieron en los medios de comunicación y ejercieron presión sobre el Gobierno para que se sometiera a las demandas de los secuestradores pero Mursi ya había solicitado y recibido el permiso religioso del Muftí de Egipto para luchar contra los beduinos. El ejército quería sellar los túneles que conectan el Sinaí con la Franja de Gaza, pero Mursi temía la propaganda negativa de Hamás y también al Hermano Mayor de Hamás, el Emir de Qatar.

    El secuestro de lo siete soldados hace más de una semana en el Sinaí fue sólo un eslabón más de una larga cadena de actos que traicionan una básica falta de ley y orden en la Península del Sinaí, pero sus implicancias en cómo funciona el Estado son grandes, se extienden más allá del Sinaí e influyen sobre los acontecimientos en todo Egipto. El ejército, cuyos soldados viven en peligro, no está interesado en iniciar una guerra total contra los beduinos porque en tal guerra el ejército está en desventaja: casi no tiene información de inteligencia sobre los muchos escondites dispersos en las montañas de la Península y, además, porque es muy difícil infiltrar agentes en este tipo de grupos yihadistas familiares e ideológicos, y también porque estos grupos casi no utilizan operadores de medios electrónicos que pueden ser escuchados y ubicados. Debido al difícil terreno en las montañas de la Península del Sinaí, el ejército no puede usar tanques sino sólo soldados comandos de infantería que no tienen ninguna ventaja sobre los beduinos, hijos del desierto, que conocen todos los pliegues de la tierra, cada roca y cada cueva y arbusto.

    Y si en algún momento estallaran batallas en el Sinaí contra los beduinos y los yihadistas, ¿de qué forma el ejército les va a explicar a los familiares de los soldados cómo y por qué los mataron? ¿El ejército realmente quiere sacrificar la sangre de sus soldados para consolidar la ley de la Hermandad Musulmana en el Estado? ¿Cómo el ejército va a enfrentar las críticas de los salafistas, quienes ya afirman que el ejército es un agente de Mubarak y que espera sacarlo de la celda en que está como acusado y llevarlo de regreso al palacio presidencial? Y en el futuro, cuando de nuevo secuestren a soldados, si al ejército no le fuera posible liberarlos y los beduinos los mataran frente a cámara, ¿cómo aparecería a los ojos de los soldados y de los ciudadanos del estado cuando vieran en Youtube que los beduinos matan a sangre fría a los soldados del ejército más grande de Medio Oriente y el impotente ejército no puede hacer nada para salvarlos? ¿Es esto un ejército? ¿Es éste un estado?

    Confusión ideológica

    Fahmi Hawadi, uno de los escritores más destacados del moderno Egipto, afirma que los beduinos no han secuestrado sólo a soldados egipcios sino a toda la Península del Sinaí y tal vez todo el país fue tomado como rehén por anarquistas de variada gama, desde beduinos fuera de la ley hasta estudiantes desempleados, desde salafistas que no creen en las leyes de los hombres hasta laicos que no quieren que Alá rija sus vidas.

    Lo interesante es que todos los egipcios, sin dudarlo, claman que la revolución les fue robada: los incansables jóvenes manifestantes de la Plaza Tahrir, que provocaron la caída de Mubarak, gritan que la Hermandad Musulmana les arrebató su revolución. La HM, que ganó las elecciones, se queja de que quienes las perdieron están tratando de robar la revolución del Gobierno que la HM está intentando liderar después de haberlas ganado limpiamente. Muchos acusan a lo que quedó del régimen de Mubarak de actuar detrás de escena a fin de arrebatarles la revolución a todos los demás y todos los egipcios están convencidos que la miserable y desesperanzada condición de Egipto es el resultado de una conspiración de Occidente y los sionistas que quieren robarle Egipto a los egipcios.

    Mursi está atrapado en el medio de una lucha por el poder y cada parte tira de él hacia una dirección diferente: sus camaradas; la gente de la Hermandad Musulmana y el público que se identifica con ella quiere que el Estado tenga un carácter islámico pero que no sea radical en la aplicación de la Sharía, como cortarles las manos a los ladrones. Los salafistas -los más sujetos a Alá y sus mandamientos- amenazan con declarar que Mursi es un infiel si se comporta de una forma que es contraria al islam, según su criterio. El ejército se preocupa ante todo de sus propios intereses y no en los del estado, y la calle está dividida en grupos violentos con puntos de vista enfrentados: religiosos versus laicos, tradicionalistas versus modernos y los seguidores de Mubarak en contra de todos los demás.

    ¿Es Mursi un criminal fugado?

    Últimamente la opinión generalizada es que el Presidente Mursi no es más que un criminal fugado. El fundamento de esta posición comenzó después de las manifestaciones del 25 de enero de 2011, cuando la policía egipcia -todavía bajo el régimen de Mubarak- arrestó a cientos de partidarios de la HM y otros grupos de oposición, quienes fueron puestos en la cárcel con órdenes de captura que se emitieron según la Ley de Emergencia, que entonces todavía estaba vigente. En ese momento Mursi estaba entre ellos y permaneció varios días en la prisión de Wadi Natrun. El 29 de enero, cuando las manifestaciones se intensificaron y los policías y carceleros fueron enviados a las calles, los amigos de los detenidos -entre los que había gente de Hamás y beduinos del Sinaí- tomaron ventaja de la debilidad de los guardias e irrumpieron por la fuerza en la cárcel liberando a casi tres mil detenidos y prisioneros, incluyendo a miembros de Hezbollah y de al-Qaeda. Hasta el día de hoy, ninguno de ellos se ha entregado a las autoridades y todos son todavía considerados presos y detenidos fugados. Por tal razón, siendo Mursi uno de ellos, es que comienza el embrollo legal en este asunto. Porque si él es un criminal fugitivo ¿cómo puede ser Presidente, ya que alguien que evade la ley ni siquiera puede ser candidato?

    Los partidarios de Mursi afirman que no hay documento alguno que mencione su nombre entre los detenidos. Esta afirmación es problemática porque el hecho es que él y muchos de sus compañeros estaban en la cárcel, entonces ¿quién escondió los papeles de su caso? O sea, Mursi también está involucrado en la ocultación de esos documentos, no sólo por haberse escapado de la prisión. Sus partidarios afirman que la Ley de Emergencia, que daba conformidad al arresto de Mursi y sus amigos, había sido anulada después, por consiguiente, la detención no fue legal y no debe ser considerado como un fugitivo. Sus detractores afirman que cuando él se escapó, la Ley de Emergencia todavía estaba en vigor, por lo que de hecho él es un prisionero fugitivo.

    Mientras tanto, se presentó una demanda en la Corte exigiendo el despido y sanción a Mursi con estos fundamentos, ya sea porque él es un prisionero fugado que no se ha entregado o porque ayudó a otros a escapar de la prisión. Otro problema es que algunos de los fugitivos fueron asesinados mientras huían, por lo que cualquiera que los hubiera ayudado a fugarse -es decir, Mursi- podría tener una causa accesoria para acusarlo de ocasionar una muerte. Hay una demanda adicional, ya que Mursi sería responsable por el gran daño material que hubo en las cárceles durante la irrupción. Los cargos de evasión, ayudar a las fugas causando muertes y daños a la cárcel, podrían llevar al Tribunal que juzga al Presidente de Egipto, que fue elegido democráticamente, a sentenciarlo a cadena perpetua... así que, ¿cómo puede Mursi funcionar en su posición?

    La situación económica también se ha deteriorado completamente. El turismo -que solía ser un medio de vida para muchos ciudadanos egipcios hasta los disturbios que estallaron el 25 de marzo de 2011- ha desaparecido casi totalmente, y el accidente del globo de hace unos meses donde se mataron varios turistas, agravó la sensación entre los turistas del mundo, que por el momento consideran que es mejor buscar un lugar más estable y seguro donde tomar sus vacaciones anuales. Las inversiones extranjeras en plantas industriales han desaparecido casi por completo porque los inversores razonables no llevan su dinero a lugares donde aparentemente no hay futuro económico. A Egipto le resulta difícil obtener préstamos de fuentes extranjeras, ya sea debido a la crisis económica que sufren Europa y Estados Unidos, que provoca una falta de efectivo disponible ("los pobres de su propia ciudad primero"), o porque Egipto no puede ofrecer garantías para pagar un préstamo, incluso si le fuera otorgado.

    Mursi visita a menudo Arabia Saudita y Qatar para pedir limosna. Estos fondos le permiten mantener el excesivamente subvencionado precio del pan, de modo que las masas hambrientas no se lanzarán a las calles protestando porque no pueden darse el lujo de pagar un precio realista por una lonja de pan subsidiado. Y aunque el precio del pan ha aumentado constantemente en los últimos años, su peso no ha dejado de disminuir.

    Hay informes de que Irán ha ofrecido a Egipto una generosa ayuda económica si Mursi permitiera a Irán administrar las mezquitas egipcias que se construyeron en la época de la dinastía chiíta Fatimid, que gobernó Egipto hace unos mil años. Este requisito iraní suena lógico, pero Mursi lo rechazó con firmeza por dos razones: una es que no quiere permitir que un Irán chiíta tenga efecto alguno en la vida pública egipcia, lo que podría permitir que Irán llevara a hambrientos egipcios hacia el chiísmo por un puñado de dólares, y la segunda razón es que una de las mezquitas que se construyeron en la época Fatimid es la mezquita al-Azhar, la más alta institución del islam sunita.

    Curiosamente, muchos funcionarios que fueron nombrados en la época de Mubarak todavía operan en Egipto, y permanecen en sus empleos a causa de los sobornos que pagan a sus superiores y que, a su vez, ellos toman de los ciudadanos que necesitan de sus servicios, como en los días de Mubarak. Debido a las terribles condiciones económicas actuales es peligroso circular por las calles de Egipto, ya sea a pie o en un vehículo. Los peatones son robados en la calle por grupos hambrientos que se abalanzan sobre la gente que parezca que tiene dinero en sus bolsillos o comida en sus bolsos. Otros grupos atacan a conductores que se detienen en un embotellamiento de tránsito o ante un semáforo rojo (un fenómeno poco común en Egipto, donde las señales de tránsito son consideradas sólo como sugerencias), sacan por la fuerza al conductor del auto y huyen con él para venderlo por unas pocas liras para comprar un poco de comida.

    Como resultado de la situación económica, política y jurídica hay una sensación general de profunda decepción con la revolución, en la mayoría del pueblo. Tan altas como eran sus esperanzas hace dos años, así de profunda es la decepción y la frustración que existe en la actualidad, y el precio por la miserable situación es pagado por los sectores débiles de la sociedad: las mujeres, los niños, las personas sin hogar, los muchos que viven en las calles y los millones de coptos. El gobierno afirma que los coptos son una décima parte de la población, pero los coptos afirman que la verdadera proporción es al menos el doble, que ellos son alrededor de una quinta parte de la ciudadanía. Es de interés del gobierno subestimar la proporción de coptos dentro de la población para que no verse obligado a darles la parte que les corresponde en el gobierno y que merecerían de acuerdo con su cantidad real.

    No hay día que no se reporten suicidios de personas que han perdido toda esperanza de ganarse la vida decentemente para mantener a sus familias y que prefieren la muerte antes que soportar la mirada hambrienta en los rostros de quienes dependen de ellos. El espacio público está inundado de cantidad de casos de abuso a los desvalidos, y muchos musulmanes descargan su furia sobre los cristianos coptos, los habitantes originales de la tierra. Sus monasterios son asaltados y sus iglesias quemadas, sus casas son atacadas y sus tiendas saqueadas, sus hijos son golpeados y sus hijas humilladas. Muchos coptos han perdido la esperanza de que la patria nunca volverá a ser suya una vez que fue islamizada por los beduinos que salieron de la Península Arábiga en el siglo VII y forzaron a los residentes agrícolas indígenas a tomar la religión del desierto. Cuando se observa la posición del Egipto actual se llega a la conclusión que cuando la Hermandad Musulmana obtuvo el control en Egipto, llevó a cabo el peor trato posible que cualquier persona puede hacer: intentó comprar un coche que básicamente era una "pérdida total" y luego lo condujo con sus pasajeros, como si en realidad pudiera llegar a algún lado más que a un montón de basura, el basurero de la historia. "Êl, Quien mora en el cielo se ríe, el Señor se burla de ellos". (Salmos, Capítulo 2, Versículo 4).

    El Dr. Mordechai Kedar (Mordechai.Kedar@biu.ac.il) es un académico israelí de la lengua árabe y el Islam, profesor de la Universidad Bar-Ilan, y director del Centro de Estudios de Oriente Medio y el Islam (en formación), en la Universidad Bar-Ilan, Israel. Se especializa en ideología y movimientos islámicos, el discurso político de los países árabes, los medios de comunicación árabes, y en los temas nacionales sirios.

    Traducido del hebreo por Sally Zahav con permiso del autor.

    FUENTE: El artículo se publica en el marco del Centro para Estudios del Medio Oriente y el Islam (en formación), Universidadl Bar-Ilan, Israel. También ha publicado en Makor Rishon, un semanario hebreo.

    FUENTE: ME&T-KEDAR-TOTAL LOSS-MAYO 2013

    http://israelagainstterror.blogspot.com.ar/2013/05/mordechai-kedar-egypt-land-of-total.html

    TRADUCIDO AL ESPAÑOL POR ANA

    REFLEXIÓN:

    Este artículo fue escrito hace más de dos meses y explica lo que está pasando hoy en Egipto y por qué, un país que no tiene paz interna aunque haya un presidente interino y esté bajo control militar. Los enfrentamientos entre miembros de la Hermandad Musulmana y los que no lo son -y entre distintas facciones- no cejan, hay muertos y heridos diariamente sin que se pueda detener la lucha.

    El derrocado Presidente Mursi pertenecía a la HM y estaba obligado a renunciar a ella para poder aspirar a ser elegido, porque la HM había declarado que no presentaría un candidato. Así, su candidatura tuvo el apoyo de Obama, acertando, como siempre... No es banal que necesitara el pláceme de Estados Unidos, que sostiene a Egipto económicamente, sólo que cuando se disfrazan las cosas los resultados son negativos.

    Mursi renunció a la Hermandad Musulmana y los ciudadanos lo eligieron, pero en la realidad no dejó de ser un miembro de ella, lo que significó darle más poder a la misma y dejar de lado a todos los que no la querían gobernando su vida según el criterio de la HM.

    Entonces, todo a vuelto a fojas cero, las distintas facciones que no la querían gobernando los destinos de todos los egipcios, se rebelaron exigiendo más libertad de conciencia para todos y buena administración. Los militares que sostuvieron a Mubarak emplazaron a Mursi a que en 48 horas calmara las protestas o lo desplazarían del poder. Así se produjo este golpe militar que puso a cargo del Gobierno al Presidente de la Corte Suprema, Mansour, inclusive acusado de ser judío. Además, la calle cree que Estados Unidos y el sionismo quieren apoderarse de Egipto. Nada menos.

    Era muy poco probable que la HM pudiera tener a su favor a los militares, éstos, formados durante décadas bajo el control de Mubarak que persiguió y encarceló a miembros de la HM difícilmente tenían entre sus filas a algún simpatizante de ella. Los militares aceptaron a Mursi -elegido democráticamente- y encarcelaron a los revoltosos que protestaban, inclusive le dio vuelo a la HM, pero finalmente tuvieron que poner el orden que Mursi no logró mantener.

    Así son las cosas en los países árabes, sólo las dictaduras mantienen la paz interna, no hay más alternativa que usar la fuerza para sostener a cualquiera que haya ganado elecciones amañadas por el poder de turno. Y uno se pregunta por qué la modernidad no llega a sus tierras, por qué no hay respeto por las minorías que no ganaron, por qué no hay verdaderas democracias.

    La respuesta está en que los enfrentamientos entre las distintas facciones religiosas son muy antiguos y la única solución es que las más débiles deben someterse al poder de la más fuerte. Si hay alguna posibilidad de rebelarse la lucha recomenzará. Sólo una dictadura militar, religiosa, familiar o tribal al estilo árabe, mantiene la paz interna.

    Cada una de estas posibilidades impide el desarrollo de los más débiles que estarán siempre en un estadio más bajo que los que detentan el poder. Por eso las "primaveras árabes", cuando los jóvenes de Facebook y los descontentos se unieron aunque con objetivos diferentes, se convirtieron en verdaderos inviernos. Los más modernizados querían libertad y democracia, los demás querían alcanzar el poder con su propia agenda, el resultado no fue más democracia sino anarquía y lucha civil.

    Aparentemente la paz sólo puede mantenerse con dictaduras, de cualquier tipo, pero dictaduras. La democracia es una aspiración que está muy lejos de ser entendida y alcanzada cuando la disidencia política y particularmente, religiosa, implica el dominio de los más fuertes y el sometimiento de los menos numerosos y débiles.

    ANA

    domingo, 7 de julio de 2013

    1147 - ELAND SOBRE SNOWDEN


    EDWARD SNOWDEN: ¿HÉROE O TRAIDOR?

    Por IVAN ELAND

    En casi todas las entrevistas en los medios sobre la historia de filtraciones de Edward Snowden, a la persona entrevistada (incluyéndome a mí) casi siempre se le pregunta si Snowden debería ser considerado un soplón heroico o un traidor deshonroso a la nación.

    La pregunta probablemente nace de la atención que la sociedad estadounidense pone en el individuo, la cual conduce a una cultura que ama la celebridad, y a una concepción en blanco y negro de lo que está bien y lo que está mal incrustada en la cultura popular por las películas y los programas de televisión. La pregunta a menudo está también diseñada para poner en evidencia los puntos de vista políticos del entrevistado, estableciendo así un atajo para que los espectadores determinen rápidamente si están de acuerdo o en desacuerdo con él o ella sin ser molestados con los detalles de los temas.

    Y los detalles son secretos, complejos y legalistas. Pero los temas son de tal vital importancia para la preservación de una república que los verdaderos patriotas tienen que abrirse camino a través de ellos antes de formarse una opinión. Incluso si lo peor, como alegan los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos, es cierto -que Snowden ya haya divulgado alguna información sobre el espionaje estadounidense a países extranjeros que comprometerían las fuentes y métodos de la inteligencia, lo cual podría hacer que espías de los Estados Unidos terminen muertos o perjudicar la futura recopilación estadounidense de inteligencia- esta ramificación excepcionalmente mala puede quedar eclipsada por la positiva contribución de Snowden. ¿Qué?

    La política exterior tradicional de los Estados Unidos a finales de los siglos 18 y 19 era, en la mayor parte de los casos, una de moderación en el extranjero. Esta política surgió porque los antimilitaristas fundadores de la nación se habían percatado de que históricamente, las guerras externas conducían a una opresión gubernamental acrecentada en el país y que los Estados Unidos se daban el lujo de ser capaces de evitar la mayoría de las guerras debido a su posición inherentemente segura a medio mundo de distancia de las fuentes de la mayoría de los conflictos. Esta moderación comenzó a erosionarse durante la primera mitad del siglo 20, con el involucramiento de los EE.UU. en la Guerra Española-Americana y en las Guerras Mundiales I y II, pero todavía existía.

    Una significativa oposición surgió entre segmentos de la población estadounidense a la participación de los Estados Unidos en estas tres guerras, y después de cada uno de los conflictos, el país volvía a una posición de tiempos de paz. Durante la Guerra Fría, a partir de la Guerra de Corea (1950-1953) y después, los Estados Unidos nunca regresaron a su política exterior moderada más tradicional y en su lugar se convirtieron en un imperio militarista, abarcador de todo el globo e informal, propagando sus alianzas unilaterales, bases militares, intervenciones armadas, y ayuda externa a todas las regiones del mundo. La Guerra Fría, debido a su duración, en verdad erosionó a la república estadounidense y sus libertades civiles. En otras palabras, en lugar de una política exterior estadounidense que asegurase la república y sus instituciones, como imaginaron los fundadores de la nación, la república iba a ser sacrificada al servicio del nuevo imperio americano.

    A pesar de que el terrorismo es una amenaza mucho menor que la del cuco soviético utilizada como una cubierta para el imperio estadounidense durante la Guerra Fría, ha reemplazado a la URSS como la principal justificación para el imperio por la cual la república debe ser entregada. Y gran parte de la erosión de la república a través del comportamiento inconstitucional de los burócratas gubernamentales durante la Guerra Fría y la Guerra contra el Terror ha sido perpetrada en secreto. Incluso si Snowden ha divulgado mucho sobre las actividades de la inteligencia estadounidense -y ese sería un delito grave- esto queda más que compensado por su revelación vital de la incautación inconstitucional del gobierno de posiblemente todos los registros telefónicos de los estadounidenses en contravención directa a la prohibición de la Cuarta Enmienda contra las incautaciones generales y los allanamientos sin causa probable de que un crimen ha sido cometido. La Cuarta Enmienda no hace excep ción ción alguna o no tiene ningún estándar menor, respectivamente, para los casos que atañen a la “seguridad nacional”. Las protecciones de la Cuarta Enmienda son uno de los pilares de la república.

    Independientemente de sus intenciones -dudo que Snowden sea un espía chino debido a que China lo habría dejado en su puesto, en vez de exponerlo para publicitar que los EE.UU. espían a su propio pueblo, algo que probablemente a China le preocupe poco- Snowden puede haber sido demasiado torpe con sus revelaciones. Sin embargo, el efecto neto de sus revelaciones puede ser positivo, a pesar de que no debería recibir el estatus de “héroe”.

    Es hora de dejar de permitir que la política exterior de los EE.UU. socave la república, como el Director de la Inteligencia Nacional James Clapper parece haber hecho al mentirle al Congreso sobre estos programas masivos para espiar a los estadounidenses. ¿Por qué nadie lo está llamando traidor a la república por socavar sus pesos y contrapesos constitucionales? Incluso el famoso traidor Benedict Arnold cumplió un importante rol no reconocido en ganar la revolución americana al hacer una enorme contribución para vencer en una de las dos más importantes batallas de la guerra, Saratoga. ¿Cuál es la contribución de Clapper a los Estados Unidos? Me gustaría analizarla con más detenimiento antes de llamarlo traidor a la Constitución. Del mismo modo, deberíamos evitar las etiquetas simplistas para Snowden. El tema es demasiado complejo para eso. Sin embargo, podemos apreciar la divulgación de Snowden de la colosal mala conducta inconstitucional del gobierno.

    TRADUCIDO POR GABRIEL GASAVE

    Ivan Eland es Asociado Senior y Director del Centro Para la Paz y la Libertad en The Independent Institute en Oakland, California, y autor de varios libros.


    FUENTE:
    D.EXTERIOR-ELAND SOBRE SNOWDEN-05/07/13

    REFLEXIÓN:

    Como dice el autor, todavía no se sabe si "Snowden puede haber sido demasiado torpe con sus revelaciones", creo que éste es el aspecto esencial para que algún día pueda ser tildado de traidor o héroe. De lo que podemos estar bastante seguros es que no hay secretos de muchos que alguno no se atreva a revelar, siempre habrá quien se anime y será juzgado en su tiempo o por la historia, pero no creo que lleve mucho averiguarlo, lo que Snowden diga se sabrá muy pronto.

    Eland, como siempre, analiza con cautela y no se apresura a dar una opinión tendenciosa sobre este tema que tiene en vilo al gobierno estadounidense. ¿Cuánto revelará Snowden? ¿Qué linea roja cruzará exponiendo los secretos que deben guardarse? ¿Lo hará o es posible impedirlo? Los declarados enemigos de Estados Unidos están deseosos de darle asilo político, lo que no se sabe es a cambio de qué.

    Este mundo globalizado en todo sentido exige tomar precauciones que antes no eran necesarias, desde la superación del linchamiento hasta la imposición de la ley para convertirse en una sociedad civilizada, Estados Unidos está ahora en otra situación donde es inevitable modificar urgentemente las leyes para adecuarse a las nuevas realidades.

    La prevención de determinados crímenes es ahora imprescindible, una pequeña bomba puede hacer estragos en cuaquier parte del mundo. Los atentados suicidas son realizados por personas que suelen parecer completamente inofensivas, por eso precisamente pueden cometerlos, porque pasan inadvertidas. Lo vemos en las películas como ficción, pero mucho más claramente en los documentales de crímenes que pudieron ser evitados si hubiera una acción preventiva de quienes están a cargo de la seguridad de la sociedad, con el permiso de leyes adecuadas a esta nueva situación. El terrorismo es un mal de nuestra época y para combatirlo debe haber leyes que prevengan sus efectos. Ese peligro no estaba considerado en una Constitución de hace 200 años.

    Israel es un país democrático pero ha podido minimizar los ataques terroristas en su suelo. ¿Cómo logra tal nivel de efectividad? Sin duda actuando dentro de la ley, pero sabe a quién tiene que vigilar y cómo. Pero es un pais pequeño y es más fácil de controlar a los posibles criminales.

    ¿Qué puede hacer el resto del mundo para proteger a sus ciudadanos? Con leyes que actualmente impiden actuar a los servicios de seguridad a menos que un sospechoso ya sea un criminal con antecedentes, será imposible evitar un ataque letal de enormes proporciones, aviones que explotan, trenes que descarrilan, edificios que se derrumban o puentes que caen por terrorismo debe ser evitado con nuevas leyes que detecten a los posibles asesinos. Y no serán las viejitas y niños atemorizados en los aeropuertos, otros son los candidatos donde hay que poner más atención y controlar sus contactos, de cualquier tipo, para no tener que llorar a sus víctimas.

    Porque el mundo cambió muchas leyes fueron cambiadas y mejoradas de acuerdo a las circunstancias actuales, si bien es cierto que "Las protecciones de la Cuarta Enmienda son uno de los pilares de la república", citando a Eland, ¿qué leyes se cambiaron para contrarrestar el accionar del TERRORISMO INTERNACIONAL?

    Dice el autor "... la colosal mala conducta inconstitucional del gobierno", y es verdad, pero es comprensible si sólo ha sido por necesidad estratégica para proteger a su país y a su gente -no alertando a los posibles criminales- y no por razones de política interna como ocurrió en el pasado. Es hora que el pueblo norteamericano asuma su responsabilidad en el escenario internacional y no sólo sus derechos básicos y acepte que sin leyes adecuadas para combatir al terrorismo, todos estamos en peligro.

    ANA