domingo, 31 de agosto de 2008

144 - JUDÍOS E ISRAELÍES


NACIONALIDADES DENTRO DE LOS ESTADOS

Me pareció valioso publicar como post lo que Andrés nos explicó en su comentario del artículo anterior, las diferentes miradas sobre la nacionalidad de los pueblos que emigran.

Dice Andrés:

Creo que es más que obvio que no existe una opinión que represente a todo el pueblo judío en su totalidad. Hay judíos que dicen ser fieles únicamente a su patria, que es el Estado de Israel; otros judíos que dicen ser únicamente leales a su país, que es el Estado donde viven y nacieron; otros judíos que no piensan o no les importa el tema, mientras que hay otros judíos que consideran que se puede ser un orgulloso ciudadano de su país y al mismo tiempo tener lazos de fidelidad con Israel, que es la patria ancestral de su pueblo.


Mi opinión en este aspecto es que no hay un pensamiento único y homogéneo en bloque, sino más bien la famosa frase de "dos judíos, tres opiniones". No obstante, para mi hay dos tipos de nacionalidades:

La étnica-sentimental y la político-jurídica.

Por ejemplo, uno puede afirmar que desde el punto de vista étnico o afectivo pertenece al pueblo kurdo, pero al mismo tiempo desde el punto de vista político o legal forma parte de la Republica de Irak. De la misma manera que un catalán puede afirmar pertenecer a la nación catalana y ser español al mismo tiempo. O pertenecer al pueblo armenio y ser igualmente argentino.

De la misma manera, considero que el pueblo judío es una nación exiliada (o al menos la mitad de ella) y puede tranquilamente ser parte integral de la ciudadanía del país donde vive, que en el caso de Israel se juntan, ya que un judío en el Estado judío termina uniendo su pertenencia nacional desde el punto de vista étnico-histórico con su pertenencia nacional político-legal. Esa es la ventaja que tiene un estado-nación y explica grandes fenómenos como el sucedido con la partición de la ex-Yugoslavia en diversos estados-nación.

Para mi la verdadera patria del pueblo judío es Israel, pero eso no quiere decir que un judío no pueda ser parte integral de un país en la diáspora (muchos sionistas discrepan con esto que pienso).

No obstante, este no es un dilema exclusivo en el pueblo judío. Es un dilema existente en todas las minorías nacionales que viven en estados-multinacionales (como sucede claramente en Argentina).

Los árabes, por ejemplo, la tienen mas fácil, ya que este dilema se resuelve con el famoso "triangulo de pertenencia": pueblo-país-religión. Por ejemplo, un árabe puede afirmar: "yo soy árabe (etnia nacional), egipcio (país del que es ciudadano) y musulmán (religión)".


En el caso de los judíos es un poco mas complicado de analizar, ya que la pertenencia étnico-nacional se junta con la religión, ya que el pueblo judío mantiene en su totalidad una sola religión y esa religión es exclusiva solamente de ese pueblo. Pero esa crisis de identidad para mi se resuelve con una explicación bastante clara: si bien el pueblo judío en sus orígenes se definió como pueblo únicamente por la religión monoteísta de sus fieles (Judaísmo) para diferenciarse de un mundo de naciones politeístas, a medida que transcurrieron los siglos los judíos, al mantenerse unidos, crearon una propia identidad nacional que se separó de la religión como único identificador del judío, a partir de factores identitarios tales como las practicas culturales, sociológicas, lingüísticas, etc. (agravado por el hecho de que para los nacionalismos europeos del siglo XIX el judío constituía una "raza" ajena al cuerpo de la nación, aunque el termino "raza" no se aplica en lo mas mínimo al pueblo judío). Por algo se define judío a todo aquel hijo de vientre judío o todo aquel que se convirtió voluntariamente a su religión (por lo que en teoría, al convertirse a la religión del pueblo judío, pasaría a pertenecer íntegramente a este pueblo).

De todas maneras, el tema de la "doble lealtad" tan vociferada y esgrimida por los fascistas y demás antisemitas (que no pueden comprender la complejidad de la identidad de un individuo) para atacar a todos los judíos en su conjunto, no constituye más que una excusa sin sentido. Recordar el excelente resumen de Gustavo Perednik: "Si no son genocidas, son quintacolumnistas. Los judíos fueron acusados por los nacionalistas de ser generadores del comunismo; por los comunistas de regir el capitalismo. Si viven en países no judíos, son acusados de dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Cuando gastan su dinero, se les reprocha ser ostentosos; cuando no lo gastan, ser avaros. Son tildados de cosmopolitas sin raíces o de chauvinistas empedernidos. Si se asimilan al medio, se les acusa de quintacolumnistas, si no, de recluirse en si mismos."

El problema para el antisemita no es lo que el judío sea, el problema para el antisemita es que el judío SEA.



COMENTARIO:

Creo que hasta la creación del Estado de Israel el pueblo judío no tenía una nacionalidad que contuviera su historia, su religión y sus tradiciones, para tenerla es necesario un territorio propio, lo que hizo que ahora este pueblo puede decir: "soy israelí" y no otra cosa. Eso no significa que permaneciendo en otro país no sienta a Israel como su hogar, sea o no sionista. Las circunstancias de la vida puede hacer permanecer a un individuo en el lugar donde trabaja o ha creado afectos que no quiere abandonar, aunque sea sionista.

La diferencia con otras pueblos es precisamente la antigüedad de la lucha de los judíos por recuperar esa nacionalidad perdida y la persecución que sufrieron para que cambiaran su creencia y se asimilaran. Ahora se presentan otras situaciones pero que son totalmente diferentes, nadie le exige a un catalán que deje de serlo ni se lo persigue. Y el que decide abandonar su país o decide irse por propia voluntad, no tiene tradiciones tan fuertes que le impidan asimilarse a la cultura de otros países. Ser parte de "El pueblo del Libro", caramba, es una gran diferencia. ¿Cómo pretender que se asimilen a lo más nuevo si occidente heredó sus códigos? Es tan absurdo que los judíos demostraron que la lucha sólo se pierde cuando se la abandona.

Conocí a una mujer que volvía a su patria, no recuerdo cuál, sólo para terminar con su historia y darle un corte a sus recuerdos, quería definitivamente asimilarse al nuevo país que había elegido. No quería vivir más guerras en una región conflictiva y tampoco quería que sus hijos fueran usados para las guerras del futuro. Sus tradiciones y pertenencia no eran fuertes.

Todo lo contrario de lo que pasa con los judíos nacidos en la diáspora que vuelven a la tierra que les fue arrebatada hace dos milenios; lo hacen para conservarla y tener una nacionalidad completa: historia, tradición, religión, identidad y territorio. No sé que hubiera pasado si no hubiera habido antisemitismo, quizá hubiera sido un pueblo con tradiciones propias en cualquier país, no lo sé, pero dudo que yo pueda encontrar la respuesta. Sé demasiado poco sobre este pueblo como para pretender dar ni siquiera una opinión personal.

Desde ya, pido disculpas si digo más de lo que debería atreverme por mi ignorancia.

Gracias Andrés.

ANA


miércoles, 27 de agosto de 2008

143 - NACIONALIDAD Y JUDAISMO


LA INSEGURIDAD DEL JUDÍO DE LA DIÁSPORA


Me voy a atrever a tocar un tema muy espinoso y me dispongo con mucho temor a soportar las críticas. Mi propósito es que pensemos juntos, los judíos y los que no lo somos, sobre un tema que existe en cualquier país.

La experiencia me dice que hay una actitud hacia el judío de simpatía o antipatía, con todas sus consecuencias; rara vez se es neutral. No es tan difícil explicar esto si pensamos que durante casi 2000 años en un occidente cristiano se lo acusó de "asesino de Cristo". Esto marca a fuego a un grupo social al que sólo es posible diferenciar por el nombre, la religión y a veces el aspecto o la vestimenta. No es posible de otra forma, no de balde durante el holocausto se lo obligó a usar una estrella en su pecho para identificarlo. No es lo mismo con un oriental o un negro, si durante tantos años estos hubieran sido perseguidos la "tarea" hubiera sido mucho más fácil.

Dos milenios es toda la historia del cristianismo y obviamente ha producido una relación de desconfianza entre unos y otros, resolver esta cuestión es un desafío. El conflicto se plantea porque esa identidad y pertenencia a un grupo no invalida su nacionalidad. Si uno le pregunta a un judío de cualquier lugar del mundo qué nacionalidad tiene le dirá que es americano, turco o lo que fuere, no se define como "americano judío" o "turco judío".


También hay una diferenciación con respecto a los descendientes japoneses, chinos o negros, que también tienen la nacionalidad del lugar donde han nacido y se han criado, y si mantienen algunas tradiciones nadie se sorprende ni los considera extraños. Simplemente dicen "el chino" o "el japonés" de la escuela o del trabajo, es muy distinto cuando se dice "el judío". Esto nos sonaba mal y por ese estigma los considerábamos diferentes, y entonces los hicimos diferentes.

Duele escribir esto, pero no podía tener otro resultado. Hoy en día hay un cuidado muy especial, no se le dice a alguien negro o judío, porque se lo toma como una agresión.
Sin embargo, a mi me parece que toda esa diferenciación que hemos creado deberá ser debatida a viva voz y en todos los ámbitos. El judío de la diáspora, poco a poco, deberá ayudarnos a superar esta larga y rara relación, porque es tan natural del país en el que nació y vive como cualquiera, siempre fue así, sólo que ahora hay un Israel que lo acogerá si algún día aparece la bestia con poder que lo persigue. Esa es la situación que subsiste y sólo esa. Y los que no somos judíos debemos ser capaces de subsanar como podamos esa imperdonable discriminación.

¿Alguien pensó alguna vez como judíos a Rubinstein, Marx, Freud, o a miles que podría nombrar como judíos pero que fueron tan sobresalientes, que a nadie se le ocurrió pensarlos diferentes más que por su talento? Creo que no y también creo que ellos tampoco se pensaron como judíos, se pensaron con la nacionalidad que tenían. Pero me parece que nunca se sintieron seguros, ni siquiera ellos.

Un judío no nace israelí, ese es un reaseguro de su supervivencia o una elección pero, aun con una identidad que lo cohesiona con su pueblo, siente a su patria natal y responde a ella. Nadie era más alemán que un judío alemán y nadie más polaco que un judío polaco, sin embargo, ocurrió el holocausto, mundo loco.

Isaac Bashevis Singer, premio Nóbel de Literatura y polaco radicado en Estados Unidos desde muy joven, decidió escribir en idish, su idioma natal, porque su literatura estaba referida a su Polonia y a la comunidad judía polaca que era tan pobre, que en inglés no tenía tantos términos para definir "pobre", palabra que debía estar en sus escritos permanentemente. Nada lo cambió, siguió siendo un polaco en los Estados Unidos, no un americano, no un israelí.

Inclusive los nacionalizados israelíes siguen amando profundamente a su país de origen y los que están fuera de Israel aman a Israel, así son las cosas y difícilmente podrían ser de otra forma. Creo que la creación del Estado de Israel y su éxito acelerarán los tiempos y cambiarán esta historia.


Y si alguien hace la capciosa pregunta acerca de lo que debe hacer un judío si tuviera que luchar contra Israel, puedo contestar que nadie destruye a su hogar ni a sus hermanos, y mejor perder de vista al malicioso.

Para terminar voy a citar las palabras de Pilar Rahola tomada de una conferencia en Chile:

"Yo les quiero pedir algo especial y se lo pido a los jóvenes. Ustedes tienen la gran responsabilidad de sentirse enormemente orgullosos de ser judíos, de sentirse parte de un pueblo que está en la base de lo mejor que le ha ocurrido a la humanidad, pues todas las ideas de futuro tienen que ver con los judíos. Ustedes encarnan los mejores valores de la Libertad. Les pido a los jóvenes que no militen en el autoodio. Que cuando alguien les diga que son israelitas o hebreos, digan con orgullo que son parte de la comunidad judía. Úsenlo con orgullo, por obligación con la memoria, y por necesidad, pues el mundo necesita que la generación de judíos que se está formando en la tolerancia y en la libertad, construya los pilares. El mundo necesita judíos visibles, que estén ahí en su condición de judíos. No militen en el síndrome de ghetto. Salgan y sean chilenos, en su condición de judíos. Hay una Santiago judía, que es chilena y es judía. Y vuelvo a mi padre. Entendí lo que me decía. Yo no soy judía, pero sé que sin ustedes no estoy completa. Shalom"

Amén.


ANA

sábado, 23 de agosto de 2008

142 - LA GUERRA DEL PASADO EN UN MUNDO MODERNO


EL MUNDO ENVUELTO EN UNA GUERRA DIFERENTE


Las noticias que hoy leemos en los medios y que implican violencia mencionan a Irak, Afganistán, Israel, Georgia, además, secuestros y atentados en todo el planeta. Las grandes potencias hacen esfuerzos para que Irán desista de tener capacidad nuclear que pueda ser utilizada para fines bélicos -hasta ahora sin éxito- porque sus declaraciones agresivas lo hacen temible. Ésta es la situación de guerras acotadas de las que todos tenemos conciencia, si no vamos a esos lugares nos sentimos a salvo.

Toda la historia de la humanidad es una sucesión de guerras en algún lado con períodos de calma, había un vencedor que imponía condiciones y un vencido que estaba obligado a aceptarlas. Algo ha cambiado y mucho, hoy los agresores vencidos son los que pretenden imponer condiciones para la paz, como ocurre en la guerra que está librando Israel contra los fanáticos "palestinos" que rodean su estado que, sorprendentemente, reciben el apoyo de los organismos internacionales que antes no existían. Por lo menos no había quien respaldara despropósitos. Israel no desea esos territorios, pero sí pretende una seguridad que no se le da a cambio, e inseguridad es guerra a corto plazo. Un riesgo que un estado tan pequeño como Israel no puede correr, rodeado como está por estados musulmanes; su debilitamiento sería un llamado a las agresiones de un pasado no lejano.

Pero hay otra guerra mucho más peligrosa porque no tiene fronteras, de la que no tenemos conciencia y que no todos ven, es la guerra del pasado que ha vuelto, la guerra para la imposición de una fe por las buenas o por las malas.

Es una regresión con algunas particularidades que la hacen distinta.

No importa demasiado por qué razones antiguamente los pueblos se precipitaban en ese horror, eran guerras territoriales y económicas, aunque se motivara a los pueblos con razones religiosas. Las últimas guerras fueron entre estados, se hicieron alianzas entre bloques, malo, pero por lo menos claro.

Hoy es diferente, no es un estado el que ataca, es el fundamentalismo que se ha apoderado de una religión y que emplea metodologías modernas al servicio de una doctrina que se detuvo en la historia y que hacen sospechosos a los fieles que la practican. Esto es doloroso pero comprensible y no debe sorprendernos, los atentados y los conflictos en casi cualquier lugar del mundo tienen su sello. No sólo atacan a los "infieles", se matan entre sectas por el dominio de unas sobre otras, todo se resuelve con violencia.

Es doloroso porque creo que son mayoría quienes en realidad huyen de esa barbarie que se ha apoderado de sus lugares de origen, empobrecidos y apaleados por leyes que los castigan brutalmente, seres que buscan en otros sitios una vida mejor. Sin embargo, se ha producido un fenómeno, algunos que se han preparado para desarrollarse en una cultura de avanzada son captados para revivir aquellas guerras religiosas olvidadas, pero que ahora quieren imponerse en una sociedad moderna. Los estados no son los que atacan sino algunos fanáticos mimetizados como individuos normales. Es como luchar contra fantasmas.

Esta no es una guerra convencional, ni del pasado remoto ni del pasado reciente. Esto es nuevo y las armas convencionales no sirven, lo único que puede detenerlos es la prevención y como toda situación nueva, es una ideología de bárbaros en un mundo donde si unos pocos disponen de armas modernas dañan indiscriminadamente a muchos, requiere más ingenio que fuerza.

Este es el desafío que occidente debe enfrentar con inteligencia.

ANA

ARTÍCULO RECOMENDADO PARA ENTENDER EL CONFLICTO ACTUAL:

LOS INFILTRADOS ISLAMISTAS EN OCCIDENTE
por Daniel Pipes - La Razón - 17/08
/08

http://es.danielpipes.org/article/5841

jueves, 21 de agosto de 2008

141 - PREMIO "BRILLANTE WEBLOG"


UNA DISTINCIÓN INESPERADA




He recibido este premio de parte de MARTHA COLMENARES, estoy muy sorprendida, lo recibo agradecida y, por venir de quien viene, con mucha humildad.

Es condición elegir a seis blogs de mi preferencia y lo haré en orden alfabético. Me parece una gran idea compartir esta distinción con quienes uno aprecia, admira y de quienes hemos aprendido. Ellos son:

ES LA HORA

EURABIA

HERUT

PRENSA HEBREA

SI, SOY JUDÍO

TERRORISMO ISLÁMICO

Condiciones para quienes aceptan este premio:

• Al recibir el premio, se ha de escribir un post mostrando el premio y se ha de citar el nombre del blog o web que te lo otorga y enlazarlo al post de ese blog o web que te nombra ganador.

• Elegir un mínimo de siete blogs (pueden ser más) que creas que brillan por su temática y/o su diseño, para otorgarles el premio a tu vez. Escribir sus nombres y los enlaces a ellos en tu blog.

• Avisarles de que han sido premiados con el premio “Brillante Weblog”, incluyendo en el texto las Bases del concurso, para que continúen la red.

*Opcional. Exhibir el premio con orgullo en tu blog haciendo enlace al post que tú escribes sobre él. (Se adjunta el logo del premio).

Gracias Martha, gracias a todos.

ANA

lunes, 18 de agosto de 2008

140 - EL HOLOCAUSTO Y LAS REBELIONES JUDÍAS


BIALYSTOK (POLONIA)
 
¿UNA REBELIÓN OLVIDADA?


Por Moshé Rozén*



La palabra Shoá, las imágenes del Ghetto de Varsovia y Mordejai Anilevich, el joven comandante de la rebelión, son vastamente conocidas: de algún modo representan a todo el padecimiento y heroísmo de un pueblo. Pero se corre el riesgo de no recordar otros nombres que dejaron su sello en la historia del Holocausto y la resistencia judía.

En estos días se cumplen 65 años de la insurrección del Ghetto de Bialystok, la ciudad del noreste polaco en la cual, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, los judíos constituían la mitad de la población.

Un siglo antes del estallido de la Guerra ya había en Bialystok rabinos Jovevei Tzión, Amantes de Sión. A principios del siglo veinte el socialismo judío sustentando el Bund ("Unión General Obrera Judía") ganaba las calles con sus manifestaciones y carteles. La vida judía en sus múltiples caras era signo distintivo de Bialystok.

A fines de junio de 1941, con la ocupación alemana del sector hasta entonces administrado por la Rusia Soviética, los nazis torturan y asesinan a miles de judíos. Luego, ordenan instalar un ghetto: el primero de agosto de ese año cincuenta mil judíos fueron confinados en un estrecho espacio.

Tras dos años de penurias y opresión, los comandantes de la ocupación deciden evacuar a los judíos “rumbo a Dublín…”. Treinta mil judíos exhaustos y hambrientos caminan a la terminal, cargando sus pertenencias pero desprovistos de toda esperanza.

Es el 16 de agosto de 1943. A las 10 de la mañana, mientras la caravana, cercada por alemanes y ucranianos, abandona las calles de Bialystok, se oyen disparos desde la calle Novogrodzka: estalla la rebelión.

La juventud combatiente, dirigida por Mordejai Tenenbaum-Tamarof y Daniel Moscovich, empuña escasas armas contra el poderoso armamento del Reich. Saben que es una batalla perdida, pero, como en el Ghetto de Varsovia, resuelven apostar a la dignidad y enfrentan al aparato de la muerte.

Haika Grossman participó de la lucha por la resistencia y documentó aquellas horas de angustia y terror.

No permitamos que la ignorancia y el olvido silencien las voces de la memoria y el testimonio.

Haika sobrevivió la masacre y la persecución. Transformó la pesadilla de la guerra en un sueño “y lo hice realidad: tengo un país, un Kibutz, tengo mi hogar…pero no me olvido de aquellos que no accedieron a esta nueva realidad, ni de aquellos que sufren por injusticias y guerras hasta hoy” .
*Emisario de la Agencia Judía para Israel y Representante en Argentina del Movimiento Kibutziano

MÁS INFORMACIÓN:

El último camino de los judíos de Białystok

RESISTENCIA Y LUCHA

http://www.jafi.org.il/education/espanol/ciclo/iomhashoa/pages/resistencia.html


COMENTARIO:

Más de una vez uno se ha preguntado cómo fue posible el holocausto, tantos judíos asesinados por el nazismo. ¿Todos lo aceptaron mansamente? Me parece que la indefensión, el desconcierto, la incredulidad, la duda, la desesperación por no abandonar a sus pequeños hijos para luchar, la esperanza por recibir ayuda, la confianza en que un milagro los salvaría y quién sabe cuantas razones más lo hizo posible.

Pero, contra toda esperanza de éxito, hubo rebeliones, muchas no conocidas por el común de la gente. Esta es una de ellas.

Generalmente los que se rebelaron eran gente joven que hicieron pagar caro su vida. En el sitio que recomiendo leer sobre Bialystok hay dos informes que relatan el horror que se padeció y cómo se luchó con lo que se pudo. Hoy sólo han quedado allí cinco judíos, este es un recordatorio de los miles que fueron asesinados y de los que murieron luchando.

Si en estos días recordamos la resistencia judía en una ciudad polaca, revivimos en nuestra memoria el asesinato sistemático que se permitió contra un pueblo indefenso y que nos hace tomar partido.

Hoy la lucha es más pareja, ese pueblo tiene armas para defenderse sin depender de la conciencia ajena; el milagro esperado finalmente se produjo y tiene un nombre: Estado de Israel.

ANA

sábado, 16 de agosto de 2008

139 - "NO HAGAN POLÍTICA CON LA LITERATURA"


UNA RESPUESTA RESPETUOSA

El título de esta entrada lo encontré buscando información sobre Darwish y me sirvió para expresar lo que pienso.

En mi post anterior hay dos mensajes que prefiero comentarlos así, ahora ya son cuatro con los dos poemas que agregó man.avellaneda, uno de ellos lo he eliminado porque pretendo que éste sea un sitio para expresar ideas pero con buen gusto, siempre voy a proceder así y ruego respetar mi posición.

Buscando en Internet encuentro que Hamad Darwish es un fotógrafo, así que supongo que se están refiriendo a Mahmud Darwish. Malo, malo, no saber ni siquiera cómo es el nombre de Darwish...

Creo que las letras y todas las artes pueden dar valor político a ideas que no se corresponden con la realidad, pero que por su belleza adquieren fuerza ideológica, sobre todo en la literatura, para crear una opinión falsa en quien no está informado.

Leí este artículo sobre Mahmud Darwish, que transcribo aquí, de la página del diario EL MUNDO de España:

"Fallece a los 67 años


LA VOZ Y LA CONCIENCIA DEL PUEBLO PALESTINO

El poeta palestino Mahmud Darwish.

TEL AVIV.- El poeta palestino Mahmud Darwish no sólo era la voz de su pueblo, sino también su instancia moral. Porque su crítica envuelta en versos no sólo estaba dirigida contra Israel, sino también contra la dirigencia palestina o contra grupos palestinos enemistados.

Como ningún otro poeta, Darwish tematizaba la historia de las pasiones palestinas. Temas como expulsión, pérdida de la patria, ocupación y la lucha por la independencia se van enlazando en su obra poética. "La poesía no puede cambiar al mundo, pero puede encender velas en la oscuridad", describió Darwish. Con 67 años el poeta falleció el pasado día 9 de agosto, producto de una operación al corazón en Houston, en el estado de Texas.

Ya antes Darwish se había sometido a dos operaciones del corazón, por lo cual trataba el tema de la muerte con mucha naturalidad. "Ella (la muerte) no debe llegar como un ladrón. Prefiero que me haga pasar un mal rato", dijo alguna vez Darwish al diario israelí "Haaretz".

Tras la muerte del poeta, el presidente palestino, Mahmud Abbas, declaró duelo nacional por tres días. Según informaron medios palestinos Darwish será inhumado en la ciudad de Ramallah, donde vivió los últimos años.

En la región de Gaza, liderada por el movimiento islamista Hamas, ningún evento fue aplazado. El poeta había criticado en sus poemas la violencia que llevó a Hamas a controlar la mayor parte del territorio, el año pasado.

Darwish nació en el pueblo de Al Birwa, cerca de la ciudad de Akko, en el norte de Israel. La guerra por la independencia israelí, en 1948, destruyó su pueblo. La familia del pequeño de siete años huyó al Líbano, pero volvió luego a Israel. En sus obras Darwish comparó la pérdida de su patria con la expulsión del Paraíso.

Concluidos sus estudios Darwish se afilió al Partido Comunista de Israel y escribió poemas que eran publicados por diarios de izquierda. Más tarde, en Haifa, trabajó como jefe de redacción del diario árabe comunista 'Al Ittihad'. En 1970 abandonó Israel. Su camino lo llevó a varios países árabes y a París. Desde 1996 vivía entre Ramallah y Amman.

La obra de Darwish está permeada por su compromiso político para lograr un estado palestino independiente. Sin embargo el artista resultó ser una voz incómoda para la dirigencia palestina. Aunque fue votado en 1987 para integrar el Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), renunció, en señal de protesta por la firma del tratado de paz en Oslo, a su cargo de presidente para la Comisión de Cultura, Religión e Información del Consejo Central, en 1993.

Darwish no sólo es considerado el poeta nacional de Palestina por antonomasia, sino que también fue honrado como uno de los más importantes poetas contemporáneos del mundo árabe. Sus más de 30 volúmenes de poesías fueron traducidos a más de 30 idiomas.

Una de sus recientes obras, de 2002, titulada 'Estado de Sitio' se centró casi por completo en la vida de los territorios palestinos durante la segunda Intifada.

El sitio web de Darwish, que se inicia con una grabación en la que se lo oye leer sus famosos poemas, no fue actualizado luego de su muerte. Ni en árabe ni en inglés.

Hace ocho años el artista casi provoca una crisis de gobierno en Israel, cuando el entonces ministro de Educación, Jossi Sarid, quiso incluir algunos de sus poemas en el currículo escolar israelí. Los partidos de derecha amenazaron entonces con retirarse de la coalición de gobierno. Darwish se sintió muy apenado por eso, pero hasta el día de su muerte estaba convencido del triunfo de la razón y que habrá paz entre Israel y Palestina. "Tengo paciencia y espero una profunda revolución en la conciencia israelí", agregó.

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/08/11/obituarios/1218449189.html "

Si querías rendirle homenaje a un gran poeta en mi blog, man.avellaneda, aquí está, pero no al político, cuando leemos esta semblanza de su vida y entendemos para qué sirvieron sus poemas.

Colaboró con su talento a que el pueblo palestino, perdiera hasta hoy el camino hacia el progreso y el entendimiento con el pueblo israelí. Ayudó a que tuviera el convencimiento que sus reclamos eran legítimos y encendió en él esa rabia y esa ira que no puede superar, para su propia desgracia.

Rescato la expresión del artículo "instancia moral", no la hay en política, si no, no habría estado encolumnado con un movimiento tan corrupto como la Autoridad Palestina, que hasta los mismos habitantes de Gaza lo repudiaron votando al Hamás, cayendo en una situación peor. ¡Y no renunció a él por corrupción, renunció porque no aceptó el Tratado de Oslo!

En política se hace lo que se puede para alcanzar el poder o mantenerse en él, y evidentemente él tuvo que elegir y sostuvo ese movimiento con su presencia. Lamentable. ¿Hay quien pueda explicarse cómo un comunista podía estar apoyando a la Autoridad Palestina de Arafat?


Simplemente políticamente estaba eligiendo dónde estar, pero no por la paz, sino para fomentar más guerra.

Otra frase: "La poesía no puede cambiar al mundo, pero puede encender velas en la oscuridad", o PROVOCAR INCENDIOS, y creo que él colaboró mucho en que esa región no tenga paz. Sí, creo que los artistas pueden mostrar lo malo como bueno y lo falso como verdadero, el arte se dirige a las emociones y no al razonamiento.

El arte no necesariamente refleja la realidad, puede ser todo lo contrario, como en este caso. Entonces, o hacemos política o hacemos arte. Y si hacemos arte en política por lo menos seamos veraces.


Condenó la violencia entre grupos internos palestinos (El poeta había criticado en sus poemas la violencia que llevó a Hamas a controlar la mayor parte del territorio, el año pasado.) ¡pero fomentó la violencia en la región!

Cualquier lector no advertido tomará estos bellos poemas como bandera de la expresión y realidad de un pueblo, pero, como dice Andrés, creo que fue un instigador para que su pueblo recorriera el peor camino, el de la lucha contra un supuesto "invasor" al que no puede vencer, sólo se está suicidando desde hace más de 60 años cuando no aceptó la partición.

Dice: "Tengo paciencia y espero una profunda revolución en la conciencia israelí". ¿Y qué hizo él para revolucionar positivamente la conciencia palestina? ¿Qué hizo él de bueno por su pueblo más que ayudar a llevarlo a un callejón sin salida?

Cuando dejen de mentirle a ese pueblo, cuando lo ayuden no a combatir sino a adaptarse a la realidad, a trabajar, a usar todo el dinero que han recibido no para armarse sino para construir, como hizo Israel, entonces habrá paz en la región y no la guerra que poetas como éste fomentaron como solución para un conflicto que nunca debió existir.

ADVERTENCIA AL LECTOR: A PENSAR, PUES, A INFORMARSE.

ANA

jueves, 14 de agosto de 2008

138 - LIMPIEZA ÉTNICA EN MEDIO ORIENTE


REESCRIBIR LA HISTORIA

Por NATALIO STEINER (*)

En el marco de la última Feria del Libro en Bs. As., en un stand de una editorial española, se ofrecía a la venta el libro del historiador israelí de origen francés, Ilán Pappe, titulado "Limpieza Étnica en Palestina", libro que hace referencia al supuesto genocidio de los palestinos a manos de los israelíes durante la independencia de Israel en 1948.

Curiosamente este libro, una visión típica de la izquierda judía antisionista, convergía con el de una creciente ultraortodoxia antisionista. Precisamente uno de sus miembros, el prof. Yaacob Rabkin, también presentaba en la Feria su libro titulado, "Contra el Estado de Israel" (ver edición 438). Como vemos, los extremos se tocan.

El libro de Pappe da por supuesto la existencia de una intencionalidad genocida de los palestinos a partir del archiconocido argumento de la muerte de civiles palestinos en la aldea de Deir Yassin, hecho sobre el que aún discuten diversos historiadores. Así como una golondrina no hace verano, la muerte de civiles en un operativo militar tampoco implica un genocidio deliberado y sistemático. Muy por el contrario, lo claramente demostrable es que en el año 1948 en todo lugar judío ocupado por jordanos o palestinos no quedaron civiles judíos para contarlo (rara excepción de algunos prisioneros de los jordanos en Gush Etsion). Así es como se sucedió un verdadero Judenrein (limpieza nazi de judíos) en algunas localidades de Judea, Galilea o Jerusalem, lugares conquistados por los árabes.

Vale la pena citar como ejemplo el poblado Kfar Sión que se rindió a la Legión Árabe. De inmediato 15 defensores judíos fueron masacrados. Al grito de "Deir Yassin", campesinos de los alrededores mataron a casi todos los que se rindieron. Si existió una limpieza étnica en 1948 ésta fue de árabes a judíos. En los territorios ocupados por jordanos y egipcios, hacia el final de la guerra, no quedaban judíos; en cambio dentro de Israel quedaron viviendo 160.000 árabes-palestinos cuyos descendientes hoy llegan a 1.400.000 siendo ciudadanos plenos del estado de Israel.

Ilán Pappe utiliza adrede el caso de Deir Yassin para hablar de genocidio sistemático. Sin embargo no logra documentar otros casos similares. Por otro lado es conocido en 1948 el comunicado de la Histadrut israelí que llamó a los árabes de Haifa a no abandonar la ciudad ante el insistente pedido del comando árabe superior cuya intencionalidad era evacuar la población árabe, para facilitar una inminente invasión de los países vecinos.

No hubo genocidio de palestinos a manos de judíos pero si hubo batallas libradas por Israel en diversas aldeas para lograr una precaria continuidad territorial y defensiva para el estado reconocido por la ONU. Lo mismo que los palestinos piden hoy: continuidad territorial.

Si de genocidio hablamos habría que remontarse a 1929 cuando los árabes-palestinos asesinaron a 66 judíos en Hebrón y provocaron la fuga de la comunidad judía de la ciudad (desde la época del Rey David vivieron judíos en Hebrón, por no citar a Abraham enterrando a su esposa).

La guerra de liberación de 1948 fue una muestra de la intransigencia árabe para con Israel y el plan de partición de la ONU. Gracias al enceguecido liderazgo palestino no se halló una solución al problema que persiste hasta el día de hoy.

Por si hiciera falta mencionarlo, en Bab El Wad, un recodo en el camino que une Tel-Aviv con Jerusalem, aún se ven los restos de vehículos judíos quemados que llevaban provisiones a una Jerusalem sitiada intentando condenar al hambre a sus 100.000 habitantes. Hoy, Jerusalem no está sitiada pero si asediada por el antisionismo y el postsionismo que buscan diluir la legitimidad de Israel para cuestionar su carácter judío.

COMENTARIO:

No es insólito presentar libros que sirven para deteriorar la imagen de Israel en el mundo. No sería sorprendente si hubieran sido escritos por sus enemigos, lo que sería lógico, en esa relación de opuestos no se suele ser veraz. Lo malo es cuando la falsedad proviene del seno del pueblo acusado, incomprensible... sólo puede encontrarse alguna explicación en el fanatismo que puede haber en la política o la religión.


Por supuesto que el que quiere creerlo, lo creerá y el que no, lo negará.

Pero haciendo un simple ejercicio de razonamiento práctico que hasta el más desinformado puede hacer, miremos si en algún país musulmán vive plácidamente cualquier pueblo que tenga otra creencia, no solamente judíos. No lo hay, ni siquiera en poblaciones como Belén, en territorio de la Autoridad Palestina, ciudad donde la población fue durante toda su historia mayoritariamente cristiana en grado sumo y ahora es una minoría insignificante. Gaza, Líbano, Kosovo ahora, en cualquier país de control musulmán las minorías son perseguidas, no hablemos de Arabia Saudita donde no hay un solo judío.

Y en Israel ya sabemos que conviven todas las religiones y las etnias, con plenos derechos como cualquier israelí judío.

Pensemos... ¿a quién le creemos?

ANA


(*) Lic. NATALIO STEINER (Prof. Historia Judía): co-director y fundador del PERIÓDICO "COMUNIDADES", docente, periodista, conferencista, ensayista, columnista y colaborador de diversas publicaciones. Más de 1.100 conferencias dictadas. Co-autor del libro: "Para que el Mundo No Olvide" (2007).

137 - LOS MUSULMANES QUE SE ATREVEN


VOCES DEL MUNDO MUSULMÁN QUE SE ALZAN CONTRA EL TERRORISMO ISLÁMICO Y DEFIENDEN A ISRAEL

El abogado tunecino Souhail Fattouh ha generado fuertes reacciones en su contra. En una entrevista publicada por la revista tunecina Haka'ek, (Verdades), Fattouh ha defendido a Israel y ha denunciado a Hamas y Hezbollah, "dos movimientos fascistas y terroristas".


Según el abogado Souhail Fattouh, que ya ha sido objeto de hostigamiento en el pasado por sus valientes posiciones, o al menos dejando la "norma árabe", expresó "un sentimiento compartido por la mayoría silenciosa de la población árabe."

En su entrevista, Fattouh ha calificado a Israel "el único estado democrático en la región, que sirve como un ejemplo en materia de libertad, progreso y modernidad". Simultáneamente consideró que la resistencia islámica es un "terrorismo ciego que ha transformado a todos los árabes y los musulmanes en terroristas potenciales, sistemáticamente detenidos en aeropuertos de todo el mundo".

Fattouh no tiene pelos en la lengua para calificar a Hamas de digno heredero del pensamiento nazi, ya defendido y promovido por Amin Al-Husseini: A través de su Carta Fundacional basada en el odio y la violencia, Hamas ha conseguido vaciar la causa palestina de su significado. Hoy en día, los palestinos de Gaza, sometidos a la imposición de Hamas, añoran la ocupación israelí. Los dirigentes del movimiento terrorista se sientes amenazados y se refugian entre la población tomándola como escudo humano.

Por lo que respecta a Hezbollah, Fattouh lo califica como un "movimiento fascista que no tolera ninguna ideología que no cumpla con sus propios medios. Contrariamente a lo que el Partido de Alá afirma, no ha obtenido la victoria contra Israel en 2006. Muy por el contrario, y, sin duda, involuntariamente, le ofreció al estado hebreo una victoria estratégica. En primer lugar, porque ha permitido a Israel situarse en el papel de víctima y no en el de agresor, además, gracias a Hezbollah, Israel goza de un escudo de la seguridad internacional en su frontera norte. En cambio, Hezbollah ha transformado el Líbano en un campo de ruinas".

Fattouh cree que "Israel es seria en su búsqueda de la paz y el establecimiento de dos estados. Pero Hamas, que niega y hace un llamamiento para una tregua de diez años, lo que permitiría ganar tiempo y transformar Gaza en Irán y en nombre de Al Qaeda. Israel tiene el derecho de rechazar esta tregua, debido a que el escenario está diseñado para eliminar a Israel del mapa".

Fattouh recuerda que la primera masacre del conflicto tuvo lugar en 1930, mucho antes de la creación del Estado de Israel, cuando los árabes masacraron a los judíos en Hebrón.

Al final de su discurso, lo cual es contrario a la idea prevaleciente en la región, Fattouh dice lo contrario y sostiene que él expresa el pensamiento de la mayoría de la población. Para él, este pensamiento se ha adquirido a través de la conmoción experimentada en 1990, cuando Saddam Hussein invadió Kuwait. "El choque fue terrible, ver a los palestinos aplaudir la ocupación iraquí de ese emirato. Desde ese momento, la causa palestina ha perdido su significado para muchos árabes”.

Cuando la mayoría del mundo árabe y/o musulmán respete la alteridad, a sus minorías y acepten que Israel es el país de los judíos, y busquen la armonía y buena vecindad con el estado hebreo, esto les reportará sosiego y bienestar a sus poblaciones y empezará el camino hacia la paz y la prosperidad para todos sus habitantes.

FUENTE: RADIO JAI - 14/08/08 Y PERIODISTA DIGITAL
http://www.radiojai.com.ar/OnLine/notiDetalle.asp?id_Noticia=39419


COMENTARIO:

Nos preguntamos si hay voces que se atreven a desafiar al fanatismo islámico y decir libremente lo que piensan. Ésta es una, más que necesaria, imprescindible. Porque no tengo dudas que debe haber una "mayoría silenciosa de la población árabe", son los que sufren las condiciones a las que se ven reducidos porque no tienen ningún tipo de protección, no pueden escapar, no tienen refugio y, si pueden huir, no son bien recibidos en ningún lado a causa de esta locura que vuelve a todo musulmán un "sospechoso" en occidente. Es extremadamente difícil hacerse oír cuando es el terrorismo quien amenaza a todos, empezando por su propia gente, y debemos entender por qué son tan pocos los que se rebelan. Los que están de acuerdo no tienen nada que temer, parecen muchos y se oyen fuerte en medio del silencio obligado de los más numerosos.

En los encuentros "interreligiosos" se soslaya el tema de la sharía, no se denuncian sus terribles leyes, allí es donde debería comenzar la protesta y la crítica, los que tienen la responsabilidad de modificarla, ¿no lo hacen porque no pueden o porque no quieren?

ANA

miércoles, 13 de agosto de 2008

136 - LA VERDAD SOBRE SABRA Y CHATILA


LA HISTORIA QUE NO SE CONOCE

¿Cuánto hemos oído hablar de la matanza de Sabra y Chatila sin tener idea de lo que realmente ocurrió? Perednik explica en detalle el raro caso de la Europa mentalmente bizca que ve sólo lo que quiere, acusando a Israel de todos los males. Lamentablemente tiene eco en los medios, los artistas hacen lo suyo recogiendo la mentira y haciéndola verdad de la peor forma, a través de la sensibilidad de sus admiradores. Así se perpetúan los errores históricos, porque es más fácil escuchar una canción y creer lo que declama que informarse y conocer los hechos. Gracias Andrés por recordarnos este artículo esclarecedor.


ESTRUENDOSO SILENCIO SOBRE EL LIBANO

Gustavo D. Perednik

En su reciente libro España Descarrilada, Gustavo Perednik se extiende acerca de la obsesión europea en criminalizar siempre a un solo país. En este artículo lo ejemplifica con el caso más extremo de una curiosa moralidad: la de quienes se mantuvieron apáticos ante el martirio del Líbano hasta que...



En nuestro artículo anterior nos hemos referido a la cómplice apatía de la Unión Europea frente a las agresiones contra Israel. En éste, complementaremos ese síndrome poniendo de relieve su contrapartida: negar que el país judío pueda ser alguna vez la víctima, fomenta en los medios europeos la imperiosa necesidad de convertir a Israel, a toda costa, en el ubicuo verdugo.

La euromiopía llegó a su éxtasis en el caso del Líbano. Leer la historia de ese país en los últimos treinta años, es casi un ejercicio de novelística kafkiana, sobre todo si se presta atención a la reacción mundial ante cada estadio de esa cronología.

Cuando en 1970 Jordania mató a miles de palestinos y expulsó de su territorio a Arafat y sus secuaces, nadie los defendió, ya que la pretendida solidaridad europea con los palestinos se circunscribe exclusivamente a aquellos casos en los que se puede denostar a Israel.

Los grupos armados palestinos se refugiaron en territorio libanés desde donde, para continuar con sus ataques contra Israel, implantaron lentamente un mini-Estado propio que generó tensiones étnicas.

La población cristiana del Líbano se resentía de la presencia palestina, que ponía en peligro el frágil enlace entre las diversas comunidades de ese país y amenazaba con obligarlo a dejar de ser la única democracia del mundo árabe, para transformarse en una dictadura árabe más, totalitaria e intolerante.

La metamorfosis demandó una década. En su libro La guerra terrorista de Siria contra el Líbano y el proceso de paz (2003), Marius Deeb relata minuciosamente cómo, entre 1974 y 2000, el régimen de los Assad en Siria engulló a su pequeño vecino (cabe consignar que el dominio de esa familia sobre Siria desde 1969 es de por sí una ocupación, ya que pertenecen a una minoría que constituyen un diez por ciento de la población del país{1}).

Cronología de la ocupación

La primera de una larga serie de matanzas contra cristianos, se produjo en el monasterio de Deir Ayach, el 3 de septiembre de 1975, donde palestinos asesinaron a tres monjes, Boutros Sassine, Antoine Tamini y Hanna Maksoud. El mundo no protestó. Los lugareños cristianos que vivían en las cercanías huyeron, y los agresores destruyeron la aldea. Los palestinos liderados por George Habash y Nayef Hawatmeh atacaron asimismo la localidad de Beit Mellat y asesinaron a los aldeanos que cayeron en sus manos.

El siguiente año fue crítico. El 15 de enero de 1976, los palestinos asolaron Kab Elias, una aldea mixta (cristianos y mahometanos) en el valle de Bekaa. Diez días después, dieciséis cristianos fueron asesinados y veintitrés heridos. Los cristianos iniciaron su éxodo a Zahlé, Beirut oriental y Jounieh. En por lo menos dos ciudades, Damour y Jieh, las bandas palestinas cortaron los dedos de niños cristianos para asegurarse de que no pudieran disparar armas. Las iglesias de Damour fueron profanadas y trescientos habitantes masacrados. No hubo protestas.

El 19 de enero, la aldea de Hoche Barada fue enteramente demolida. Otro grupo fundado por palestinos, el Ejército del Líbano Árabe, destruyó la ciudad de Aintours. Tres cabecillas del grupo recibieron la misión explícita de llevar a cabo masacres que sometieran a los cristianos libaneses al Estado en formación de Arafat. Samir Abou Zahr, lideró la masacre en Emir Bechir (donde las víctimas fueron asesinadas mientras dormían), Mostapha Sleiman hizo arrasar la ciudad de Checa, y Moiin Hatoum atacó los cuarteles de Khyam matando a más de treinta soldados libaneses.

Los cristianos solicitaban auxilio de un mundo que permanecía silencioso. Y el vecino del norte, que siempre había descrito al Líbano como su «natural zona de influencia» se regodeaba en oír ese silencio. Las tensiones étnicas se extendieron y los drusos, solidarios con la OLP, comenzaron a hostilizar a los cristianos. Éstos pidieron un alto el fuego, pero el líder druso Kemal Jumblatt no lo aceptó. Con la excusa de ese rechazo, el 31 de mayo Siria invadió el Líbano, esgrimiendo la curiosa explicación de que su presencia protegería a la minoría cristiana de la creciente hostilidad islámica.

Una vez que el ejército de decenas de miles de soldados sirios se hizo fuerte en el país, se lanzó a la operación inversa a la anunciada. En los bombardeos subsiguientes, más de quinientos civiles cristianos fueron asesinados.

Al año siguiente, los sirios mataron a Kemal Jumblatt (16/3/77) y enviaron grupos guerrilleros para someter a las aldeas cristianas, en las cuales más de mil pobladores fueron asesinados. Sólo en Deir Dourit, devastada por completo, murieron doscientos setenta y tres. Ni una palabra de queja en el mundo entero.

1978 fue el año de la apropiación siria del país, y el otrora Líbano independiente moría asesinado. Sami Khatib, instalado por el gobierno sirio como agente de seguridad, fue directamente responsable de la detención, tortura y desaparición de miles de libaneses opuestos a la invasión. Ni una condena, lamento o queja de nadie.

El 27 de junio un escuadrón sirio conducido por Ali Dib arrastró a veinte jóvenes de sus camas en las aldeas de Kaa y Ras-Baalbeck, y los fusiló sin juicio ni acusación alguna. El objeto era el control total de una comunidad en la que pervivía el hábito antisirio de la libertad. Ni la prensa, ni los organismos de derechos humanos, ni ningún país condenaron seriamente el episodio.

El 1 de julio, la milicia privada de Rifaat Assad, hermano del presidente sirio, sitió las zonas que permanecían libres en los suburbios de Beirut y las hizo bombardear durante cinco días y cinco noches, con cañones y morteros, con un saldo de más de sesenta civiles muertos y trescientos heridos. Nada.

En agosto de 1979, los sirios y palestinos destruyeron las aldeas Niha, Deir Bella y Douma, en el Norte. Ni una palabra de nadie. Los sirios y palestinos ya se habían impuesto al país. Entre 1980 y 1981 las brutalidades sirio-palestinas se extendieron para acabar con todo foco potencial de resistencia. El 24 de febrero, el director de la revista Hawadess, Selim Laouzi, fue secuestrado por los sirios camino al aeropuerto, torturado y asesinado, y su cuerpo mutilado fue hallado en el bosque de Aramoun. Nada. El 23 de julio, Riad Taha, presidente de la prensa, fue asesinado en Raouché.

En marzo de 1981, la ciudad cristiana de Zahlé fue bombardeada y la monja Marie Sophie Zoghbi asesinada mientras intentaba socorrer a las víctimas. Dos mil cristianos murieron en los bombardeos que siguieron en Beirut del Este, bajo el mando del palestino Ahmad Ismail. No hubo reacción.

Uno podría pensar que la falta de resistencia de Occidente se debía a que la agresión siria no los afectaba. Craso error. La desidia continuó cuando el ataque los afectó directamente.

El 4 de septiembre de 1981, el embajador francés en el Líbano, Louis Delamarre, fue asesinado por sirios. Francia apenas atinó a convocar a París para consultas a su embajador en Siria. En esto los franceses fueron más rigurosos que los españoles. Cuando en marzo de 1989 las tropas sirias asesinaron al embajador español, Pedro Manuel de Aristegui, junto con su suegro y cuñada, España ni siquiera llamó a consultas a nadie. Pero sigamos con el relato.

En febrero de 1982 los Hermanos Musulmanes desataron una rebelión islamista contra el régimen de Damasco, en la ciudad siria de Hama. Sin ninguna vacilación, el ejército de Assad aisló la ciudad, comenzó su bombardeo generalizado a toda la población, musulmanes y cristianos sin discriminación. Fueron masacradas entre veinte y treinta mil personas. Nada de nada, de nada. No hay condenas. Nadie se conmovía, nadie protestaba. El 24 de mayo, los sirios atacaron la embajada francesa en el Líbano y asesinaron a su secretaria de asuntos comerciales, Anna Comidis y a diez personas más. Créase o no, nada.

Atención: repentinamente, un evento transformó la apatía del mundo ante la destrucción del Líbano en un festival de histeria e ira generalizadas, condenas diarias, Naciones Unidas enfadadas, diarios que trinaban de disgusto.

La culpa es del judío

El 6 de junio de 1982, Israel invadió el Líbano desde el sur. Los aldeanos recibieron a los tanques hebreos como liberadores. Los cámaras no podían creer lo que grababan cuando cristianos libaneses de todas las edades salían de sus casas para ofrecer flores y alimentos a los soldados israelíes.

No somos ingenuos: no había amor mutuo sino intereses en común. La población cristiana creyó que se pondría punto final a la tiranía terrorista sirio-palestina en el Líbano. E Israel había emprendido lo que dio en llamarse Operación Paz para Galilea en respuesta a morteros e infiltraciones de los terroristas palestinos, que ya tenían instalado en el Líbano un poderoso ejército. En uno de esos atentados (marzo de 1978) los milicianos que habían penetrado desde el Líbano, secuestraron dentro de Israel un autobús civil, y mantuvieron como rehenes a treinta y cuatro pasajeros, a los que finalmente asesinaron.

Israel invadió el Líbano a fin de terminar con la agresión que desde allí se ejercía, objetivo que eventualmente consiguió por medio de expulsar a Arafat y su OLP (quienes encontraron refugio en el lejano Túnez) y por medio de instituir una pequeña franja de seguridad en el sur cristiano, en el que se establecieron relaciones cordiales con sus habitantes. En todo momento, los israelíes insistían en que no deseaban ni un palmo de suelo libanés, y que su presencia temporaria allí tenía como único objeto impedir el embate terrorista.

Pero nuestro tema aquí no es la guerra en el Líbano, sino la enfermiza reacción de los medios ante lo sucedido, una que no deja ningún lugar a la duda de cómo Israel despierta cóleras que no se le reservan a ningún otro país.

La iracundia generalizada se focalizó en un tema en particular, y para señalarlo debo continuar un poco más con la cronología de los hechos.

En agosto de 1982, gracias al clima de menor dependencia de Siria que se sentía desde la invasión israelí, el parlamento libanés eligió presidente del país al jefe de la Falange cristiana, Bashir Gemayel. Para los sirios esta osadía era un exceso, sobre todo porque se sabía que Gemayel cooperaba con Israel en la recuperación de la independencia del país.

Un par de semanas después, el 14 de septiembre, en el cuartel de la Falange en Achrafieh, Gemayel fue asesinado por una carga de explosivos colocada por Habib Chartouni, quien pertenecía desde 1977 al partido prosirio capitaneado por Assad Hardane. Los explosivos habían sido suministrados por el jefe de inteligencia siria, Ali Douba. Además del presidente, veintiséis personas murieron en el ataque. Los sirios consideraron a Chartouni un héroe. Los cristianos, no precisamente.

El jefe de la seguridad de la Falange, Elie Hobeika, decidió vengar la muerte del presidente, en los campamentos palestinos de Sabra y Chatila. El 16 de septiembre de 1982, cien falangistas penetraron en los campos y mataron a varios centenares de civiles (las estimaciones varían desde trescientos a quinientos). Los israelíes, en cuya franja de control se hallaban los campamentos, ingresaron en los mismos para detener la masacre.

Y aquí ocurrió lo insólito en el imaginario europeo. La opinión pública de Europa, que durante siete años se había mantenido cruelmente apática ante el desgarramiento del Líbano día a día, esta vez saltó como un felino y comenzó una diatriba permanente ¡contra Israel! De todos los nombres de aldeas destruidas que incluí en esta crónica, no me cabe duda de que los únicos que resultaron conocidos al lector son los de Sabra y Chatila. Y aunque Hobeika nunca se arrepintió de la matanza, aunque los falangistas la vieron siempre como un acto de aceptable venganza, ni éstos ni aquél jamás fueron reprochados por el mundo, sino Israel, sólo Israel... por no haberlo evitado.

Diez años de guerra en el Líbano y de genocida ocupación siria, se redujeron en la conciencia de Europa a Sabra y Chatila. A esos dos nombres se dedicaron películas y libros, manifestaciones y condenas. Sólo a ese evento de la guerra en el Líbano, le dedicó Alberto Cortez una canción de su repertorio, y Jean Genêt en 1992 un tétrico documental, Cuatro horas en Chatila. A partir de ese episodio, por el hecho de que los judíos no impidieran que árabes cristianos mataran a árabes musulmanes, Israel fue sistemáticamente presentado como un país nazi.

Sabra y Chatila son el libelo de sangre del siglo veinte, un caso más de histeria colectiva destinado exclusivamente a presentar al judío como verdugo. En un artículo de El Periódico español del 23 de marzo de ¡2004! Ángel Sánchez vuelve a acusar a Sharon de Sabra y Chatila. Veintidós años después, algunos periodistas no encuentran más violencia en este mundo que la desatada en aquellos campamentos.

Puede aplicarse a Israel una reflexión de Teodoro Lessing: Cuando no tenemos 'la conciencia tranquila' con respecto a determinado país, resaltamos lo que haya de malo o indigno en las víctimas de nuestra hostilidad, para justificarla ante nuestro fuero interno. Pues no odiamos a tal país porque sea malo, sino que, porque lo odiamos, lo tildamos de malo.

Pese a todo, Israel y el Líbano firmaron un tratado de paz el 17 de mayo de 1983, del que al poco tiempo Siria exigió su unilateral anulación. Ningún medio de difusión volvió a mencionar jamás ese tratado, que no gozó de la aprobación internacional.

Si el lector aún no está convencido del despropósito, permítame agregarle un dato casi extravagante. Las matanzas entre libaneses no se detuvieron. En septiembre de 1983 más de cien aldeas en la región de Chouf fueron limpiadas étnicamente de cristianos por tropas drusas.

En mayo de 1985, milicianos musulmanes atacaron nuevamente el campo de refugiados de... ¡Chatila! De acuerdo con datos oficiales de las Naciones Unidas, asesinaron a seiscientos treinta y cinco personas y dejaron a más de dos mil quinientos heridos. Nadie se quejó. Alberto Cortez no cantó y las Naciones Unidas no se reunieron para condenar. Tampoco cuando en octubre de 1990 las tropas sirias mataron en ocho horas a setecientos cristianos más. Por toda respuesta, el mundo hizo la vista gorda una vez más.

Y cuando la información se filtra en una nota como ésta (la prensa europea no la menciona jamás) pues los que se enteran argumentan «no haber sabido nada». Pero cuando lo saben tampoco cambian su actitud, enraizada en siglos de prejuicios que los ha entrenado para condenar sólo al judío.

La cacofonía generalizada sobre el Líbano, ahoga las voces solitarias que bregan por murmurar la verdad. El 2 de enero de 2003 Carlos Semprún Maura se preguntaba en sus Crónicas Cosmopolitas «¿Cómo se puede calificar sino de propaganda antisemita seguir manteniendo que Sharon es el responsable de la matanza de Sabra y Chatila, cuando se sabe que es falso, y seguir hablando de la inaudita masacre de Yenín, incluso cuando se sabe que también es falso?»

Si no creéis, pues ved. La ocupación de todo el Líbano por parte de Siria continúa hasta hoy. Ni siquiera Javier Nart, quien se opuso con uñas y dientes a la ocupación de un diez por ciento del Líbano por parte de Israel, tiene ni una sílaba de censura contra la ocupación del cien por ciento del Líbano por el régimen fascista sirio. Es que en su dilatada soberbia, los judeófobos se creen motivados por cuestiones morales. Y criminalizar a Israel es el clímax de su curiosa moralidad.

Nota

{1} El alawismo es una corriente dentro del Islam que cree en una trinidad y mantiene en secreto una parte de su doctrina.

FUENTE: EL CATOBLEPAS
http://www.nodulo.org/ec/2004/n031p05.htm
Número 31 • septiembre 2004 • página 5

martes, 12 de agosto de 2008

135 - BIENVENIDA A UN NUEVO BLOG


UNA NUEVA VOZ PARA SER ESCUCHADA


BLOG: http://eldespachodigital.blogspot.com/

Leí en este nuevo blog varios artículos importantes y me parece que lo mejor que puedo hacer es recomendarlo para que no pierdan desde su comienzo lo que Raúl Schtudiner quiere transmitirnos.

Todos los textos son muy buenos, pero son excelentes estos dos:

"UN PERIODISTA DIJO LO QUE NO SE DICE" y

"
Un periodista musulmán reconoce ver claramente una cadena de mentiras en contra de Israel."

Bienvenido Raúl.

ANA

lunes, 11 de agosto de 2008

134 - EL PREVISIBLE FRACASO DE LA HOJA DE RUTA


PRONÓSTICOS ACERTADOS

Es interesante releer artículos antiguos para saber cómo evolucionaron los acontecimientos pasados los años. En este caso son cinco, y se ve claramente que el autor acertó en su pronóstico. Nada cambió en todo este tiempo porque la paz no se construye sobre pueblos que, armados, sólo presuponen más guerra y enfrentamientos.


En la cultura islámica la tregua no es más que una oportunidad para rearmarse más y mejor, porque su objetivo es la guerra permanente hasta vencer a su enemigo. Desde el principio el autor de esta nota alerta sobre la imposibilidad de la paz y explica por qué hasta Bush lo preveía, según las medidas que tomaba y para que el fracaso no fuera propio.

Hoy la situación de enfrentamiento es la misma de entonces, la pretensión de paz cuando el enemigo está dividido entre grupos armados no es posible, lograr un acuerdo con uno de ellos no implica que los demás lo acepten y la tregua no tiene sentido.

La única posibilidad de paz es lograr el desarme de los fanáticos, que precisamente no es lo que se hace y la primera víctima es el propio pueblo palestino que vive en permanente zozobra.



UNA TREGUA NO ES LA PAZ - 23/06/2003

OPINIÓN - Por Claudio Uriarte

"Simplemente porque exista un problema, eso no significa que deba haber una solución."

Las lecciones de esta máxima, formulada con característico sarcasmo por el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, empiezan a ser experimentadas de nuevo en estos días por su rival multilateralista Colin Powell -al frente de un Departamento de Estado cada vez más parecido a las Naciones Unidas-, y por Condolezza Rice, asesora de Seguridad Nacional de George W. Bush (y, a los efectos prácticos, poco más que su secretaria). Porque Bush, después de otro acto electoral en el lanzamiento de la Hoja de Ruta en Aqaba junto a Ariel Sharon y Mahmud Abbas, prudentemente eligió luego delegar la tarea en Powell y en Rice. Esta delegación, contrariamente a lo que quieren sugerir los periodistas adictos a los cócteles del Departamento de Estado, implica una degradación de la misión. Pero no porque la Casa Blanca no quiera la paz, sino porque los jefes de campaña de Bush se han dado cuenta de que la paz no tiene demasiadas chances.

La última versión de la esperanza es la "tregua" que anunciarían hoy Al Fatah, Hamas y Jihad Islámica -aunque ya hubo una fracción de la primera facción que se desmarcó del compromiso- y el acuerdo entre Israel y los palestinos para evacuar Gaza. Este resultado es claramente indicativo de las limitaciones intrínsecas de la Hoja de Ruta, en el sentido de que no aporta nada nuevo y entroniza como actores del proceso diplomático a quienes de modo explícito y principista están en contra de cualquier proceso diplomático.

Bush acordó con Israel esta semana que no le importaba una tregua, sino el desarme de las organizaciones radicalizadas. Esto tenía un aparente sentido: si el plan de paz iba a implementarse, no era conveniente que estuviera al veto armado de Hamas, Jihad Islámica o incluido las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (que, solamente por ser laicas e integrar el movimiento Fatah de Yasser Arafat, tienen mejor reputación que las otras dos). En otras palabras, no era conveniente que la Hoja de Ruta fuera desplegada sobre una colección de polvorines. Pero esto era equivalente a dar por sentado que existía un actor central palestino efectivamente decidido y comprometido a ejecutar la Hoja de Ruta. Cuando la demanda de Bush fue transmitida al coronel Mohamad Dahlan, nuevo ministro de Seguridad del novísimo primer ministro palestino Mahmud Abbas, Dahlan la rechazó sobre la base de que comprometía sus esfuerzos para acordar una tregua. Pero si los palestinos hoy ofrecen una tregua para desviar la actual presión por el desarme, no es aventurado pensar que mañana exigirán un precio más alto -como Jerusalén- sólo para mantener la tregua.

El proceso de paz es entonces una especie de subasta y referéndum permanente entre las distintas facciones palestinas, sin que nadie pueda garantizar el comportamiento del conjunto. O puesto de otro modo: el nuevo liderazgo de Mahmud Abbas se parece mucho al viejo de Yasser Arafat, como la Hoja de Ruta se parece mucho al proceso de Oslo; Abbas, como Arafat, se presenta como el titular de una serie de organizaciones incontrolables, o que demandan complicados arreglos sólo para que se queden quietas durante los dos o tres días de visita de un dignatario norteamericano, y muchas veces ni siquiera eso. Si Arafat no era un socio para la paz, no es claro por qué habrá de serlo Abbas. El acuerdo palestino-israelí para la evacuación israelí de Gaza no altera tampoco las cosas, y en el fondo no es ninguna novedad: Israel nunca quiso Gaza; Gaza no forma parte de la Israel bíblica ni figura en los reclamos de los sectores más irredentistas de la Israel actual, y el proceso de paz de 1993 también empezó por el retiro israelí de Gaza, y no derivó en ninguna paz. Tierras por paz, tierras por guerra, un ejemplar análisis del proceso de paz de Julián Schvindlerman publicado por Galerna, ilustra abundantemente el punto.

El otro equívoco es postular que la política exterior norteamericana es automáticamente proisraelí. Aunque Bush apoye a Sharon frente a los atentados, el Departamento de Estado, al denunciar ritualmente el "ciclo de violencia" en la región, pone en un mismo plano de legitimidad a Israel y a Hamas. Pero eso desemboca en fracasos seriales, donde hay proceso pero no paz, porque la misma existencia ambigua del "proceso" significa que sus árbitros son las organizaciones radicalizadas. No es ningún misterio, en estas condiciones, que Hamas haya apoyado, con su "tregua", un "proceso" que ella vuelve a estar en condiciones de romper.

FUENTE: PAGINA 12

domingo, 10 de agosto de 2008

133 - ISRAEL ES DIFERENTE



Por David Harris

En primer lugar, Israel es el único estado miembro de las Naciones Unidas cuyo derecho a existir está en constante desafío. A pesar que Israel se creó con el visto bueno de la ONU y ha sido miembro de este organismo internacional desde 1949, hay un incesante coro de naciones, instituciones e individuos que niegan la legitimidad política de Israel. Nadie se atrevería a cuestionar el derecho a existir de Libia, Arabia Saudita o Siria. ¿Por qué con respecto a Israel la "temporada de caza" está abierta todo el año? Como si no supiéramos la respuesta...

En segundo lugar, Israel es el único miembro de las Naciones Unidas del que se ha hecho un llamado público a su aniquilación por otro miembro de la ONU. Piénsenlo. El presidente iraní pide borrar a Israel del mapa. ¿Hay algún otro país que se enfrenta a una convocatoria abierta para su destrucción?

En tercer lugar, Israel es la única nación cuya capital, Jerusalem, no es reconocida por otras naciones. Imaginen lo absurdo de esto. Los diplomáticos extranjeros viven en Tel Aviv, mientras que conducen virtualmente todos sus asuntos en Jerusalem. Aunque ninguna nación occidental cuestiona la presencia de Israel en la mitad occidental de la ciudad, donde se encuentran la Oficina del Primer Ministro, la Knesset y el Ministerio de Relaciones Exteriores, no existen embajadas allí. De hecho, si se observan los listados de las ciudades del mundo, incluidos los lugares de nacimiento inscriptos en los pasaportes, se suele ver algo sorprendente -Paris, Francia; Tokio, Japón; Pretoria, Sudáfrica; Lima, Perú; y Jerusalem, sin país- una especie de ciudad huérfana.

En cuarto lugar, la ONU tiene dos organismos que se ocupan de los refugiados. Uno, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se centra en todas las poblaciones mundiales de refugiados, salvo una. La otra, la Agencia de las Naciones Unidas para la Ayuda y Administración de Obras para los Refugiados Palestinos (UNRWA), sólo se ocupa de los palestinos. Pero la curiosidad va más allá de dos estructuras y dos burocracias. Tienen dos mandatos diferentes. El ACNUR trata de reasentar a los refugiados, la UNRWA no. Cuando en 1951, John Blanford, director de la UNRWA, propuso reasentar 250.000 refugiados en países árabes, esos países se negaron, provocando su renuncia. El mensaje se hizo entender. Ningún oficial de la ONU desde entonces ha presionado para el reasentamiento.

Por otra parte, las definiciones de refugiado según la UNRWA y la ACNUR difieren notablemente. Mientras que el objetivo de la ACNUR se centra en aquellos que han huido de sus países de origen, la definición de la UNRWA abarca "los descendientes de las personas que se convirtieron en refugiados en 1948", sin ningún tipo de limitaciones generacionales.

En quinto lugar, Israel es el único país que ha ganado todas sus grandes guerras por la supervivencia y autodefensa, y que todavía es confrontado por los adversarios vencidos que insisten en dictar los términos de paz. Al hacerlo, irónicamente, ellos encuentran apoyo de muchos países que, victoriosos en la guerra, exigieron -y obtuvieron- ajustes en sus fronteras.

Sexto, Israel es el único país que ha sido reprendido por su nombre -no sólo una vez, sino nueve- ya que el nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se estableció en junio del 2006. Asombrosamente, o quizás no, este organismo de la ONU ha fallado en adoptar una sola resolución crítica de cualquier abusador de los derechos humanos. Cuando finalmente discutió la situación en Darfur, este consejo vergonzosamente se negó a apuntar con el dedo a Sudán.

Séptimo, Israel es el único país que, en violación del espíritu de la Carta de las Naciones Unidas, no es un miembro pleno de alguno de los cinco bloques regionales -África, Asia, Europa Oriental, América Latina y Europa Occidental y otros (WEOG)- que determinan la elegibilidad para la candidatura a los puestos claves de la ONU. Mientras que Israel logró un avance en el 2000 y se unió a WEOG, su calidad de miembro se limita a la sede central en Nueva York, y ningún otro centro de las Naciones Unidas, y es a su vez temporal y condicional.

Octavo, Israel es el único país que es el blanco diario de tres órganos de las Naciones Unidas establecidos exclusivamente para avanzar en la causa palestina y golpear a Israel: el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, el Comité Especial para Investigar las Prácticas Israelíes que Afecten a los Derechos Humanos del Pueblo Palestino, y la División para los Derechos Palestinos en el Departamento de Asuntos Políticos de la ONU.

Noveno, Israel es el único país que es el objetivo de un boicot por parte de la Unión Nacional de Periodistas con sede en Gran Bretaña. Un boicot británico anterior contra las instituciones académicas israelíes fue anulado por un detalle técnico, ya que la institución que adoptó la medida se fusionó con otra. Hay ahora un incipiente llamado por parte de algunos miembros de la Asociación Médica Británica para excluir a su homólogo israelí de la Asociación Médica Mundial.

Y décimo, Israel es el único país en el que algunos de sus miembros asociados con la mayoría de la población, es decir judíos, convocan abiertamente, por razones políticas o religiosas, a desmantelar el estado. ¿Hay una situación comparable a la de aquellas voces religiosas de Neturei Karta, por ejemplo, quienes viajan a Teherán a sumarse públicamente con un líder que busca la destrucción de Israel, así como esos políticos extremistas que tratan de deslegitimar el Estado de Israel y claman por una solución que contempla "un solo estado"? Hablando de nuestros peores enemigos... Abordar cualquiera de estos diez, y mucho más la totalidad de ellos, es un reto intimidante por afrontar la dolorosa injusticia. Y, como he sugerido, ésta lista está lejos de estar completa. Pero da una idea de lo que está pasando más allá de los titulares diarios.

El viejo dicho solía decir que usted no tiene que ser judío para amar el pan de centeno del judío Levi. Bueno, sin duda, usted no tiene que ser un ferviente activista pro-Israel para perturbarse por el trato injusto contra Israel. Sólo se necesita nuestra capacidad de indignación al ver que cosas como estas están sucediendo ante nuestros propios ojos.


Este artículo apareció originalmente en el Jerusalem Post.

FUENTE: AISHLATINO.COM - 09/08/08
http://www.aishlatino.com/israel/mediooriente/10_Formas_en_las_que_Israel_es_Tratado_Diferente.asp#authorBottom

COMENTARIO:

Todas estas actitudes hacia Israel lo muestran negativamente a los ojos del mundo. Pero hay muchas razones positivas que lo hacen diferente y único. No se pueden enumerar todas, pero yo me inclino por algunas que a mi particularmente me deslumbran.

1) Nació del dolor de ser un pueblo discriminado, sin patria, sin suelo propio, obligado a sobrevivir como si fuera un extraño, sin embargo, conservó para si una natural alegría y actitud positiva hacia la vida, no hay rencor en su alma, no hay odio en su corazón.

2) Es un estado pequeño y nació de la nada, un desierto que sólo el esfuerzo de su gente logró hacer florecer, hay una línea divisoria entre Israel y sus enemigos, en él hay trabajo y progreso, a su alrededor violencia, odio y atraso.

3) No todos sus ciudadanos son religiosos, sin embargo, están unidos aunque la religión no sea compartida por todos, recibe a todo aquél que se declare judío y rescata a todos los que sin serlo, siguen llegando a la tierra prometida de los judíos y que ahora lo es también de muchos seres que huyen del horror del hambre y la guerra.

4) Todas las religiones son aceptadas y respetadas, recibe a los desesperados de este mundo aunque no los una a ellos más que esa particularidad con la que se identifican, son perseguidos, y no importa que religión o etnia tengan: africanos, asiáticos, musulmanes, hasta sus confesados enemigos tienen representación parlamentaria.

5) Los países grandes, que tienen capacidad para albergar a los que intentan entrar, están actualmente objetando más que nunca el ingreso de inmigrantes, Israel se ve obligado a absorber a los que puede sólo por razones humanitarias, sin tener ni por asomo las posibilidades de cualquier otra nación. Sabe que devolverlos a su lugar de origen significaría la muerte; los recibe, los alberga, les da trabajo, envía a sus hijos a la escuela. Hace por ellos mucho más que cualquier país con mejores posibilidades.

Hay mucho y bueno para decir sobre Israel, lo que hace más difícil entender por qué se lo discrimina tan injustamente. Como todo lo que se desconoce, se juzga y criminaliza según los titulares de los medios, que sólo dicen la verdad en la "letra chica" como en los contratos tramposos.

Sólo conociendo su realidad, su vida cotidiana a la defensiva en su propio estado y en los medios internacionales, podrá cambiar su soledad, sólo soportable por un pueblo especial, que si, efectivamente, es diferente.